La otra orilla
Manuel Fraga rebate a quien le dice que es la primera vez que ha ganado unas elecciones y recita "los miles de ayuntamientos en los que gobierna su partido", las comunidades autónomas y "Galicia por dos veces, y parece que algo habré intervenido yo". Aun así, reconoce que "la satisfacción de ganar en la tierra de uno es muy profunda y que eso coincida con que el barco empieza a ir solo y se pueda licenciar a su piloto es una doble satisfacción".El todavía presidente del Partido Popular admite que ésta será probablemente su última actividad política, que normalmente terminará a finales de 1993. Y asegura que "sin dejar de trabajar un momento" está ya a la busca de un "Aznar gallego".
Fraga evoca lo que le hubiera gustado hacer y que las circunstancias no le van a permitir. "Hubiera deseado que mis últimos años fueran tranquilos, de meditación, de preparación para esa empresa, la más importante, la de pasar a la otra orilla. También para escribir mi libro, el verdadero, pero todo esto me hace suponer que no va a ser así". Descartado que estos años puedan ser de retiro espiritual, sí prevé que con su presidencia en la Xunta terminará su vida política. "Parece razonable que sea así".
Pero como su reino es todavía de este mundo, a Manuel Fraga se le ve preocupado por su imagen, de manera que pide al redactor gráfico de EL PAÍS que no publique una fotografía en la que, según su propia percepción, hacía gestos enérgicos en demasía. Fraga evoca el derecho constitucional a su propia imagen para "vetar" una fotografía que intuye no le gustará. Después de una situación ciertamente embarazosa, es el propio Fraga quien contribuye a reparar el momento y vuelve a ser cordial. Incluso aunque corte algunas preguntas con su ya clásico "no tengo nada más que añadir", lo hace en tono sosegado, aunque se advierte que no hay posibilidad de réplica e incluso termina esa conocida apostilla con risas.
La entrevista se interrumpe un momento por la llamada de un alcalde de un pueblo de Galicia afectado por el desbordamiento de un río. Fraga se interesa "por la gravedad para vidas y haciendas" y asegura que el día 26 estará allí. "Todavía no soy nada, pero puede usted decir que ese asunto será prioritario en nuestro Gobierno", tranquiliza al alcalde.
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