Manuel Fraga anuncia que defenderá a Galicia "con uñas y dientes" ante el Gobierno central
Manuel Fraga inició ayer su andadura como virtual presidente de la Xunta con una advertencia beligerante y populista a Felipe González: "Yo voy a plantear unas relaciones correctas y cordiales con el Gobierno central. ¡Pero defenderemos a Galicia con uñas y dientes!". En cuanto sea investido como presidente autonómico, Fraga promoverá iniciativas destinadas a obligar al Ejecutivo socialista a "reconocer la importancia y el respeto que merecen las figuras representativas de las autonomías". La dirección regional del PP pidió ayer al Gobierno en funciones presidido por González Laxe que se abstenga de tomar decisiones sobre asuntos que no sean de mero trámite, "salvo que vengan exigidas por circunstancias excepcionales o por imperativo legal".
Fraga puso como ejemplo de lo que "se debe y pretende evitar" la adjudicación por la Xunta de 26 emisoras de frecuencia modulada en la víspera de las elecciones autonómicas.La dirección del Partido Popular de Galicia resaltó la urgencia de que se constituya el Parlamento recién elegido y entre en funcionamiento el nuevo Gobierno autonómico. Manuel Fraga confirmó ayer que propondrá como presidente del Parlamento al máximo representante de Centristas de Galicia, Victorino Núñez, elegido diputado en las listas del Partido Popular por Orense y hasta ahora presidente de la Diputación de dicha provincia.
Tras haber iniciado por la mañana las gestiones para formar la nueva Xunta, fuentes del Partido Popular daban por seguro el nombramiento de José Cuiña como vicepresidente del Gobierno autonómico. Cuiña es el actual alcalde de Lalín y presidente de la Diputación de Pontevedra, cargos que tendrá que abandonar por incompatibilidad con su recién adquirida condición de diputado autonómico.
Después de haber sido una persona de confianza de Xosé Luis Barreiro, hasta que éste dimitió como secretario general de AP de Galicia en 1986, Cuiña se ha alineado progresivamente en el aparato del PP, a la vez que ha ganado peso político por el apoyo electoral que ha ido conquistando desde los cargos institucionales. Político de estilo populista, en su comarca natal se le conoce por el apelativo de "caudillo del Deza". El pasado domingo ganó en Lalín (Pontevedra) al PSOE por 7.200 votos frente a 1.500.
Aun sin haber tomado todavía posesión de su despacho presidencial, Fraga realizó ayer gestiones oficiales que le pidieron familiares de pescadores que han naufragado en los últimos días cerca de las costas gallegas, y conversó con el jefe del Estado Mayor de la Armada.
Simplificación
El máximo dirigente del Partido Popular designó una comisión de tres personas que estudie la posible reestructuración y simplificación del aparato administrativo de la Xunta, aunque no quiso adelantar opiniones personales. "Hoy lo que nos hemos puesto es a parir, ja, ja", bromeó.
Con una euforia contenida para aparentar humildad, el veterano líder conservador hizo gala de buen humor, sin ocultar,por otra parte las huellas del cansancio. "La jornada de votación ha sido de una gran transparencia porque seguimos eso que se dice en el dominó: 'vigilar con esmero al que lleva el lapicero'. (...) La presentación de las 30 primeras medidas será objeto de otra rueda de Prensa. Hoy ya he dicho que estoy dormido". (Tras la jornada electoral, Fraga se acostó a las tres de la madrugada del lunes y a las 8.45 salió de nuevo de su casa, en Perbes, para ir al despacho, a unos 100 kilómetros de distancia, en Santiago de Compostela).
Fraga aprovechó las alusiones a su cansancio y el compromíso que había anunciado de continuar residiendo en su vivienda privada para comentar con hilaridad: "Yo mantengo lo que he dicho, a expensas de lo que naturalmente considere mi mujer. Por cierto, que ella en los últimos días se quejaba de que no me veía mucho, lo cual puede tener sus ventajas, je, je".
Aunque no excluyó el llegar a pedir una reforma del estatuto de autonomía para ampliar las competencias del autogobierno gallego, Manuel Fraga resaltó que "hay que empezar por conseguir todas las transferencias, y faltan muchas, en especial la del Instituto Nacional de la Salud y el Instituto Social de la Marina".
A la espera de la transmisión de poderes
Durante la conferencia de prensa celebrada ayer en Santiago, Fraga se declaró convencido, aunque con cierto retintín, de que recibirá de la Xunta "los papeles que un Gobierno civilizado deja a otro". Convencido de que los actuales gobernantes -socialistas, Coalición Galega y Partido Nacionalista Galego- crearon numerosos cargos para situar a personas amigas anunció que el PP no usufructuará una estructura administrativa plagada de cargos de confianza.Orgulloso de las numerosas felicitaciones recibidas, entre las que citó una llamada telefónica de Miquel Roca, portavoz de Convergència i Unió en el Congreso de los Diputados, Fraga rehuyó responder a quien le preguntaba si le había hecho más feliz ser presidente de Galicia o ministro de la Gobernación: "Uno cuando siente felicidad es al lado de una rapaza o de una rosa".
Horas antes, Fraga se había mostrado partidario de mantener una actitud dialogante. En unas declaraciones a Radio Nacional aseguró: "Yo no me meto con nadie cuando tengo que dialogar con todos, incluso con el divertido señor Beiras", al que reprochó unas declaraciones en las que aludía que iba intentar quemar a Fraga.
Por otra parte uno de los principales adversarios políticos de Fraga, Xosé Luis Barreiro, reconoció ayer que el fracaso incluso en su aspiración a ser diputado autonómico por Pontevedra ha supuesto un "choque inesperado" para él. Barreiro manifestó a este diario que tiene intención de continuar en la secretaría general de Coalición Galega, si bien en adelante pasará a ocupar un segundo lugar en su vida personal. Incluso no descartó un progresivo alejamiento, sin retorno, de la vida política.
La ejecutiva de CG discutió a última hora de la tarde la propuesta de que los dos diputados de este grupo voten en contra de la investidura de Fraga.
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