Miles de vehiculos quedaron atrapados en la carretera de La Coruña en un atasco de 14 kilómetros
Algunos llegaron con tres horas de retraso al trabajo. La carretera de La Coruña (N -VI) sufrió ayer, como ocurre a diario, la maldición de los atascos. Las retenciones alcanzaban a las siete de la mañana de ayer los aledaños de Las Rozas, a 14 kilómetros de la capital, y persistían a la una de la tarde. Más de 6.000 vehículos, que lentamente se renovaban, cubrieron segundo a segundo durante esas horas el asfalto. Mientras tanto, las obras en la plaza de Cristo Rey se van extendiendo. La avenida del Arco de la Victoria, en su parte más próxima a la plaza de la Moncloa, se estrechó al quedar cerrado al tráfico un carril.
El atasco se vio agravado por el cierre del paso subterráneo de la carretera de El Pardo bajo la N-VI, anegado por segunda vez en una semana por las filtraciones procedentes del río Manzanares. Mientras tanto, en vísperas de las fiestas navideñas, los madrileños acudieron masivamente con sus automóviles a las zonas comerciales donde la falta de estacionamientos bloqueó las calles adyacentes.La carretera de La Coruña ha perdido en las últimas semanas Yarias de sus vías de escape a causa de las obras. Las limitaciones al tráfico en la plaza de Cristo Rey ya afectan al área del Arco de la Victoria, en Moncloa, donde uno de sus tres carriles ha quedado casi suprimido.
Cuatro de las cinco salidas naturales de la carretera de La Coruña sufren restricciones al tráfico. Los conductores se ven obligados a penetrar en la ciudad a través del laberinto de obras de la carretera de Castilla, el puente de Los Franceses, Moncloa y Cristo Rey. Sólo se salva el colapsado acceso a través de la Ciudad Universitaria.
Nuevas incorporaciones
Al encontrarse saturada la calzada de la N-VI, los vecinos de localidades como Aravaca, Majadahonda y Pozuelo de Alarcón que se dirigían a sus puestos de trabajo en la ciudad tardaron, en muchos casos, más de media hora en incorporarse al atasco de la vía principal.
El Gabinete Municipal de Información de Tráfico señaló ayer que en la carretera de Barcelona se registraron retenciones en los dos sentidos de circulación. Las obras para la construcción de otro paso subterráneo, en la confluencia de la avenida de América con la calle de Cartagena, han supuesto la pérdida de un carril para la circulación rodada. Un buen tramo de la N-II se encontraba prácticamente paralizado, hasta el acceso al aeropuerto.
Por otro lado, los responsables de las carreteras madrileñas han decidido estudiar la implantación de carriles-bus durante las horas punta en las principales carreteras radiales. La comisión de seguimiento del Plan de Accesos a Madrid -integrada por representantes el Ministerio de Obras Públicas, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid-, acordó instalar con carácter experimental un carril-bus en la carretera de Extremadura. La medida se ampliaría posteriormente a las restantes vías nacionales.
Mientras tanto, la tranquilidad fue la tónica general en el segundo día de paros parciales que realizan los trabajadores de Autobuses Urbanos del Sur, según informa Miriam de las Heras.
Las 10.000 personas afectadas por estos paros, que duran desde las seis hasta las ocho de la mañana y desde las dos hasta las cuatro de la tarde, utilizaron como medio de transporte el servicio de trenes de cercanías. Renfe ha reforzado estos días el servicio de trenes que une las localidades de Madrid y Parla, con un incremento total de 5.000 plazas diarias. Los paros, de no haber acuerdo entre trabajadores y empresa, continuarán mañana y se reanudarán entre el lunes y el jueves próximo.
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