_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Cuestiones nacionales

Después de haber leído en su diario de fecha 30 de noviembre de 1989 el artículo El nacionalismo español, firmado por don Alberto Belloch, en la sección de Opinión, he sentido una doble sensación contradictoria; por un lado, tranquiliza la explicación de la frase "el nacionalismo español está literalmente al margen de la ley", que según referencia de prensa descontextada era francamente inquietante -sobre todo viniendo de quien venía-; pero, por otro, creo -modestamente- que se une a la ceremonia de la-confusión entre los conceptos de nación, nacionalidad y nacionalismo.Constitucionalmente hablando -artículo 2 dixit-, no hay más nación en este Estado que España (el territorio del actual Estado másGibraltar); dentro de la misma conviven regiones y nacionalidades, sin individualizar constitucionalmente. Nada impide que Madrid se autodefina estatutariamente como nacionalidad, mientras que Euskal Herría o Catalunya lo hagan como región. Ni siquiera directamente las comunidades naturales o las históricas aparecen como sujetos efectivos del derecho a la autonomía; no se definen. Problemas como la inclusión o no de Navarra en la misma comunidad que Guipúzcoa, Álava y Vizcaya, la esencialidad de La Rioja y Cantabria o su inclusión en Castilla, o, por el contrario, el derecho a la secesión -de León, son buena prueba de ello. El mapa autonómico, a diferencia del estatal, se dejó para un desarrollo posterior. Incluso cuestionesque parecían indiscutibles, algunos sectores discutieron (por ejemplo, hubo quien planteó la conveniencia de separar Álava de la comunidad autónoma vasca en los primeros tiempos de la transición).

Siendo así la situación legal, parece muy dificil que realmente esté fuera de la ley el nacionalismo de la única nación que reconoce la Constitución. Junto a ello no debemos olvidar que fuera de la ley no está ninguna manifestación pacífica de voluntad de cambiar la norma básica y que los últimos artículos de la Constítución precisamente posibilitan esto. Ni republicanos ni independentistas ni centralistas ni europeístas radicales... están literalmente al margen de la ley.

Pero lo más preocupante es la dialéctica que enfrenta -con una falsedad histórica irritanteel -nacionalismo español con el de cualquiera de sus componentes. No hay que confundir nacionalismo español -amor a la unidad de sus pueblos con Estado unitario, autónomo, federal, federativo, confederal...- con el uniformismo reductor de todos los pueblos de España a uno solo.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_