_
_
_
_

Un comandante de la Guardia Civil compró armas que luego fueron utilizadas por los GAL

El comandante de la Guardia Civil Rafael Masa González, adscrito actualmente al Ministerio de Justicia, compró en Andorra entre 1984 y 1985 una partida de diez pistolas que luego fueron utilizadas en diversos atentados de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), según publica el semanario Cambio 16 en su último numero. Rafael Masa, quien estuvo destinado anteriormente en el País Vasco, ha sido relacionado en diversos medios de comunicación con el industrial Luis Morcillo, quien es buscado por inducción del asesinato del histórico dirigente abertzale Santiago Brouard.

Las investigaciones de dos jueces franceses sobre los GAL y varios de los atentados de este grupo en 1985 llevaron a la armería Creación Rosell, un negocio familiar situado en Andorra. Jean-Pau Rosell declaró que había vendido las armas a un alto funcionario español que le dejó un número de teléfono de Madrid, que corresponde al Ministerio del Interior.

De las diez armas compradas, dos de ellas fueron utilizadas en atentados de los GAL según la revista mencionada. Éstos fueron el asesinato de los etarras José Amantes y Ángel Zabaleta en Bayona, el 4 de marzo; y el atentado en Ciboure contra Juan Ramón Basáñez, quien resultó gravemente herido.

Relación con Amedo

El comandante Rafael Masa está destinado actualmente en el Ministerio de Justicia. donde desempeña labores relacionadas con la política de dispersión de los presos de ETA. El guardia civil había estado destinado en la Secretaría de Estado para la Seguridad y anteriormente en el País Vasco, donde al parecer mantuvo estrechas relaciones con el subcomisario José Amedo, procesado en diversos sumarios de los GAL (ver EL PAÍS del 26 de noviembre).Rafael Masa facilitó apoyo y cobertura al industrial Luis Morcillo Piorel para huir de Granada y establecerse en Galicia. Luis Morcillo, pese a estar reclamado por una orden de busca y captura por "inducción al asesinato" dictada por el juzgado que investiga el caso Brouard, pudo huir en un primer momento a Portugal y desde allí a cualquier país suramericano.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_