Con Chile

"O LA TUMBA serás de los libres o el asilo contra la opresión", cantaban hace medio siglo, citando una estrofa de su himno nacional, los chilenos que acudieron a recibir a los refugiados españoles que desembarcaban en Valparaíso huyendo del franquismo triunfante y despiadado. El triunfo del pueblo chileno en el referéndum celebrado el año pasado, y que sirvió para iniciar la lenta transición hacia la democracia en ese país, fue celebrado aquí con enorme emoción. El trato dispensado al candidato unitario de la oposición democrática chilena, Patricio Aylwin, recibido por el Rey, el presidente del Gobierno y otras relevantes personalidades de la vida política nacional durante su reciente visita a Madrid, sirvió para expresar en el lenguaje de las instituciones ese sentimiento de solidaridad y fraternidad de los españoles.La transición atraviesa su escalón decisivo en las elecciones generales del próximo jueves. Habiendo elegido la vía de la reforma, en gran parte inspirada en la seguida en España, la oposición chilena ha dado muestras de inteligencia, y de generosidad los partidos, 17 en total, que han decidido agruparse en torno al candidato democristiano. La prioridad otorgada a la recuperación de la democracia, desde la que habrá de abordarse un proceso constituyente que acabe con los mecanismos de tutela militar con que el ridículo Pinochet ha tratado de cubrirse la retirada, explica esa convergencia. Los sondeos pronostican un 50% de los votos para Aylwin, frente a un 30% del principal candidato oficialista, el ex ministro de Hacienda Hernán Buchi. Si ese pronóstico se confirmase, los demócratas españoles celebrarían la derrota del melifluo y corrupto general responsable del más negro período de la historia de Chile.