La vigencia de Dickens
El cine portugués ha vivido durante muchos años una evolución débil y azarosa, sometido a las penurias generales de un país maravilloso en el que no resulta fácil moverse si se renuncia a buscar, por encima de todo, la independencia y la creatividad.Desde el punto de vista industrial, ahora se puede empezar a hablar, siquiera sea tímidamente, de la consolidación de una industria -pese a su precariedad intrínseca- desde que Portugal entró en el régimen democrático y empezó a andar, interitando recuperar el atraso pertinaz en el que estaba sumido.
Joao Botelho es uno de los cineastas más constantes y conocidos, y sus obras anteriores -Conversación acabada y Un adiós portugués- demuestran que posee un rico temperamento y una mirada personal sobre el mundo que le rodea. Ahora, sin embargo, ha renunciado a las historias originales y ha elegido una de las novelas más interesantes del novelista británico Charles Dickens, lo que representa un gran atrevimiento y un desafio de primera magnitud.
Tiempos difíciles (Tempos dificeis)
Producción: Radiotelevisión Portuguesa, Fundación Gulbenkian, Instituto Portugués de Cine. Guión y dirección: Joao Botelho, según la novela de Charles Dickens Hard Times. Imágenes: Elso Roque. Música: Antonio Pinho Vargas. Intérpretes: Henrique Viana, Julia Britton, Eunice Muñoz, uy Furtado, Isabel de Castro. Estreno en Madrid: cine Renoir.
Botelho sale ileso, a mi modo de ver, de la empresa, y, en bastantes momentos, alcanza una riquísima expresividad que nace de un entendimiento muy riguroso de las posibilidades narrativas del relato. Las transformaciones no suponen ninguna traición al contrario, es muy probable que salgan robustecidas de la prueba-, porque su adaptación mantiene la estructura fundamental de la obra literaria, su significado más hondo y las repercusiones en una época distinta del romanticismo fatalista y lírico, propio de la era victoriana. Tiempos difíciles es una hermosa película, cuyas debilidades no empañan la rotundidad de sus planteamientos y que ofrece sobre todo unas imágenes inolvidables, en un blanco y negro que debería ser más frecuente y que, en nuestro tiempo, no deja de ser un increíble lujo.
Babelia
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