La tercera parte de los 254.000 millones del presupuesto municipal se destina a sueldos

El Ayuntamiento de Madrid, con los votos en contra del PSOE y de IU, aprobó ayer un presupuesto para 1990 de 254.059 millones de pesetas, de los que una tercera parte se gastará en personal. La discusión del presupuesto tuvo un carácter político más que económico, pues, desde el principio, el equipo de Rodríguez Sahagún dejó clara su postura contraria a variar su proyecto presupuestario. Sólo 25 de las 623 enmiendas de la oposición fueron aceptadas.

Los 254.059 millones que componen el presupuesto conjunto del Ayuntamiento, los organismos y las empresas municipales tendrán como principales fuentes de ingresos los impuestos directos e indirectos (61.437 millones), las tasas y precios públicos (22.233 millones), las transferencias del Estado (63.271 millones) y el endeudamiento (33.344 millones). Los gastos más importantes se realizarán, por su parte, en personal (86.788 millones), compra de bienes y servicios (61.549 millones) e inversiones (74.982 millones).Ayer PP y CDS llevaron una estrategia tendente a variar lo menos posible el presupuesto. Lo lograron. El PSOE obtuvo únicamente durante el pleno la aceptación de tres enmiendas no económicas. Y eso después de que el socialista Alfredo Tejero hiciera un llamamiento al alcalde, Agustín Rodríguez Sahagún, recordándole que las disposiciones que se proponía suprimir habían sido puestas por el CDS como condiciones para apoyar el presupuesto socialista de este año.

Rodríguez Sahagún, tras mandar una nota al primer teniente de alcalde, el popular José María Álvarez del Manzano, llegó a intervenir para pedir a su equipo el mantenimiento de la oficina de apoyo presupuestario y la entrega trimestral a la oposición del estado de ejecución del gasto. El segundo teniente de alcalde, el popular Luis María Huete, que acababa de defender la desaparición de estas condiciones, aceptó con un "donde hay patrón no manda marinero".

No hubo más cambios. De nada sirvió que Francisco Herrera, portavoz de IU, calificara el presupuesto de "incoherente con la filosofía del centro derecha, centralizador del gasto, socialmente regresivo, poco apropiado a los retos de la ciudad, poco concreto y abiertamente electoralista".

Crítica socialista

De nada sirvió tampoco que el socialista Alfredo Tejero denunciara la necesidad de invertir más en suelo, zonas verdes, tercera edad o Madrid 92, o pidiera mayor concreción de partidas como la que con el nombre "Otras remuneraciones. Indeterminados", deja una bolsa de 6.427 millones para Personal. "Nos encontramos ante un proyecto técnicamente inservible, socialmente conservador y políticamente incontrolable", dijo.El popular Huete se defendió atacando. Destacó las escasas inversiones realizadas en los seis primeros meses del año por los socialistas y el tiempo que ha tenido que perder el actual equipo de gobierno en convalidar expedientes por valor de 714 millones. Asimismo mostró su extrañeza ante la crítica socialista en el área de Personal cuando el PSOE, según dijo, realizó 976 movimientos de personal por una cuantía de 10.000 millones.

El proyecto presupuestario ni siquiera fue variado tras la intervención inusual de Juan Barranco. El ex alcalde, que no hacía una larga intervención desde el pleno en el que perdió el sillón presidencial, contrastó el escaso éxito de las 552 enmiendas de su grupo con la aceptación en 1988 por parte del PSOE del 90% de las enmiendas del PP.

Barranco aseguró que el presupuesto no refleja objetivos importantes como la ayuda a la expansión económica de la ciudad, la corrección de las desigualdades, la construcción de equipamientos o el mantenimiento del equilibrio económico. La petición de Barranco de retirar el proyecto para su mejor estudio no prosperó.