David Byrne: "La energía de la música latina me da placer"

El público de París recibió entusiasmado el espectáculo que David Byrne ofreció el pasádo jueves, dentro de una gira que incluirá España a partir del próximo viernes. Con una media de 14 músicos sobre escena, abarcaron con un ritmo trepidante ramas musicales de Suramérica entroncadas con África. Y en perfecta consonancia con esa base musical brillaron el talento y la profesionalidad de David Byrne, líder de Talking Heads. El cantante rompe en este trabajo, titulado en disco Rei Momo, con su imagen cerebral y anglosajona.. Se introduce de lleno en una energía, la de la música latina, que, según dice, le da placer.

La mañana siguiente a la del segundo y último concierto de los programados en París, David Byrne aparece somnoliento, vestido con ropa vaquera, y moviéndose entre las mesas como si temiera que alguien le dirigiese la palabra. Ya sentado, mira a izquierda y derecha continuamente, en una especie de convulsión neurática sólo imaginable en alguien hipersensible.Es este rasgo el que convierte el currículo de Byme en una lista insólita marcada por la calidad. Incluye, entre otros, diez discos con Talking Heads, dos obras musicales para el director teatral Robert Wilson, otra para la coreógrafa Twyla Tharp, la banda sonora de El último emperador, por la que obtuvo un Oscar, dos largometrajes, siete vídeos musicales con Talking Heads, dos recopilaciones de canciones brasileñas, Beleza tropical y 0 samba, y su último trabajo, Rei Momo, cuyas canciones aparecen con denominación de origen: cumbia, orisa, merengue, mapeyé, bomba/ Mozambique, salsa/reggae, cha, cha, chá, samba, charanga, rumbajilesa, pagode y bolero.

"Hay tantos músicos del Caribe y de Suramérica viviendo en Nueva York -cubanos, portorriqueños, dominicanos, brasileños...- que no es necesario ir a ninguna otra parte para introducirse en la música latina", explica Byrne, cuya fascinación por esa zona geográfica se remonta a 1979, cuando Talking Heads comenzó a recibir influencias latinas y afrobrasileñas.

"A la música latina me he estado acercando desde hace más de nueve años, primero escuchándola y bailándola en clubes, y más tarde cuando hice canciones como Loco de amor o Mister Jones". Loco de amor, que grabó con Celia Cruz para la película Algo salvaje, se incluye en el disco compacto Rei Momo. Misteriones, por otra parte, es interpretada en los conciertos de la gira.

El espectáculo, que estará el próximo viernes en Barcelona (Zeleste), el sábado en Madrid (Pabellón del Real Madrid), y el domingo en San Sebastián (Anoeta), fue ofrecido en París en un pequeño teatro cuya intimidad facilitó la participación y entrega del público. Los músicos, procedentes de los grupos de Celia Cruz, Rubén Blades, Tito Puente y Wilfredo Vargas, se sitúan sobre una plataforma traslúcida de dos niveles. Como fondo, un ciclorama sobre el que se proyectan tonos de luz. Todos vestidos de blanco, color de la iniciación en los rituales yorubas.

Mezcla de estidos

Byrne, que es de movimientos torpes, se transforma bailando y comunica. Su voz, la mezcla bastarda de estilos pop y latinos de las canciones, los músicos, y una bella escenograría planificada al milímetro, consiguen un espectáculo cuya profesionalidad nadie pondrá en duda.

Explica lo que ha pretendido: "Quería hacer música que fiaese mi música, pero que al mismo tiempo reflejase la que yo había escuchado; buscaba algo que no fuese simplemente una copia de Celia Cruz u otros artistas".

Asegura no haber sentido nada especial al acercarse a ritmos Calientes con su reputación de cantante blanco cerebral como tarjeta de visita. A la pregunta de si su aproximación a los ritmos latinos se ha producido con la cabeza o con el abdomen responde: "Creo que la primera vez que los disfruté fue a través del baile. No conocía las canciones ni las melodías, y simpleinente fui llegando a ellas porque ya no me apetecía ir a las discotecas, que me aburrían, y comencé a visitar locales de salsa, donde me sentía mejor bailando".

Los sonidos latinos le producen un placer que nace de la novedad. "Me hacen sonreír, y aunque una canción o una melodía puedan ser tristes, la música tiene tanta energía que te hace sentir bien. Es de lo que se trata., y a partir de ahí no me planteo lo que debiera gustarme o no y si hay o no especiales significados".