_
_
_
_

Michel Aoun: "No estoy aislado"

El jefe del Gobierno transitorio libanés se resiste a dejar el poder

Ángeles Espinosa

Tranquilo, sonriente, pero con unas ojeras cada día más pronunciadas, el general Michel Aoun recibe a los periodistas en un ambiente cuartelario. La estantería con cuatro libros que cubre la pared del fondo apenas disimula el carácter improvisado del despacho sin ventanas de su bunker subterráneo, en el palacio presidencial de Baabda. Las sillas parecen dispuestas para una reunión de oficiales. Sus colaboradores, en traje de campaña, asisten, entre devotos y curiosos, al ritual del interrogatorio.

"Sólo estoy cumpliendo una misión que acabará con la liberación", asegura Aoun. El jefe del Gobierno libanés transitorio se resiste a entregar el poder a un presidente al que acusa de haber sido elegido bajo la ocupación siria.No le acosa la soledad. Pese al aislamiento internacional a que le ha conducido su rechazo de Taif, el general se siente apoyado por su gente, libaneses de todas las confesiones, pero sobre todo cristianos, a quien ha sabido ilusionar en un Líbano de nuevo orgulloso. "No soy yo el que está aislado, sino la conciencia internacional", repite cuando se le recuerda que la mayoría de los países ya han reconocido al presidente René Muawad. Meses atrás, cuando su refugio era bombardeado por las fuerzas rivales con respaldo sirio, Aoun todavía recibía las simpatías de muchas cancillerías occidentales.

"Las convenciones internacionales están de mi lado, me sorprende su actitud y no sé por qué han cambiado, pero no me preocupa demasiado porque, de todas formas, sólo recibía su apoyo verbal", explica Aoun seguro en su capacidad para hacer frente al mundo en solitario, como un Quijote. Pero, poco antes, en una entrevista concedida a la cadena SER, había declarado en español: "Quiero tener el apoyo del mundo libre para lograr mi objetivo".

Paradojas

Prueba de ello es la oferta de protección a las embajadas extranjeras que tienen sus sedes en las regiones cristianas, bajo su control. Desde que en la noche de la elección presidencial, el pasado día 5, la residencia del patriarcado maroní fuera asaltada por seguidores de Aoun, los jefes de las misiones diplomáticas han temido actos vandálicos similares. Occidente ha reconocido al nuevo presidente, en coherencia con su apoyo a Taif, pero paradójicamente, han mantenido sus embajadas en un territorio que escapa a su control. "Es una pena que hayan actuado así, me desagrada, pero no corren ningún peligro. Les daremos toda la seguridad que requieran", subraya sorprendido Aoun cuando se le menciona el temor que existe en' medios diplomáticos.. Sonríe y con una pizca de malicia añade: "Puede preguntarle a su embajador si podría trasladarse al oeste con garantías. ¿No se vinieron de allí hace unos años porque les secuestraban?".Este jefe del Ejército cuyo sueño intercomunitario naufragó en una guerra de liberación que topó con demasiadas líneas rojas, mantiene su idealismo porque está convencido de que la moral" está de su parte.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_