La CE se compromete a un crecimiento sostenido en la primera fase de la unión Monetaria
Las ministros de Economía y Finanzas de la CE fijaron ayer como objetivos de la primera fase de la unión económica y momietaria "un crecimiento sostenido y no inflacionista" además de un elevado nivel de empleo y la convergencia de las economías de los doce. Para la convocatoria de la conferencia intergubernamental que ha de cambiar los tratados de la CE para crear una moneda común y un sistema comunitario de bancos centrales no hay unanimidad. La presidencia francesa está decidida a someter el tema a "la decisión política" de los Jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de Estrasburgo, los próximos 8 y 9 de diciembre.
Los ministros de Economía y Finanzas alcanzaron ayer un acuerdo político sobre las decisiones de cooperación económica y monetaria, que sustituirán a otras anteriores de la CE que datan, respectivamente, de 1974 y 1964. Los nuevos textos refuerzan la cooperación entre los doce para conseguir la convergencia de sus economías a partir del 1 de julio del próximo año, fecha en que dará comienzo la primera fase hacia la unión económica y monetaria.
La cooperación no sólo se ve reforzada, sino que la política económica de cada Estado miembro podrá ser supervisada por el resto que adoptará recomendaciones cuando "se vea amenazado por la evolución económica potencial o real". El ministro español afirmó que esta supervisión multilateral no le preocupa, porque "no vamos a salir sólo por los méritos de lo que estamos haciendo".
Solchaga expresó su confianza de acabar el año con una inflacíón en torno al 7%. En su opinión, las medidas tomadas por el Gobierno comenzarán a dar resultado en poco tiempo y la Pertenencia al Sistema Monetario Europeo (SME) no sólo no perjudica, sino que: refuerza, a su juicio, "el control de la inflación". El objetivo, señaló, es "un crecimiento no inflacionista por encima de la media de la Comunidad".
Moderacíón salarial
Ello "permitirá crear empleo y no caer en crisis de balanza de pagos y los planes de estabilización subsiguientes que han sido la tónica tradicional de la econornía española". Los primeros indicios del buen camino, según el ministro, empezarán a notarse cuando las importaciones y el déficit comercial comiencen a reducirse. Pero hace falta, añadió, que "el país en general se dé cuenta del papel que juega la moderación salarial".
La reunión del Consejo de Ministros dio por resultado un acuerdo, que todavía está pendiente del dictamen del Parlamento Europeo, en lo que se refiere a la primera fase de la unión monetaria. La decisión incluye el reforzamiento del comité de gobernadores, cuyo presidente actuará de asesor del Consejo de Ministros.
Para la segunda y la tercera fase las cosas empiezan a no estar tan claras, pues no sólo el Reino Unido, sino la RFA y otros países plantean "investigar más en esta primera experiencia" antes de aventurarse en. las dos fases siguientes para crear una moneda común.
La española, en palabras de Solchaga es "una posición flexible", a pesar de su apuesta a fondo por la unión monetaria en la pasada cumbre de Madrid. "No nos sentimos particularmente urgidos para convocar la conferencia intergubernamental el próximo mes, pero tampoco tenemos dificultades insuperables para su convocatoria por razones políticas", matizó.
Donde los doce no encuentran una vía de acuerdo es en la fiscalidad sobre el ahorro que incide en la libre circulación de capitales. España, Italia y también Dinamarca inciden en la cooperación que evite el fraude fiscal". Pero, como indicó José Borrell, "la falta de acuerdo en un mecanismo que permita la información fiscal que niegan el secreto bancario de Luxemburgo y otros países está trasladando el debate al tema de fondo de si se va a mantener la imposición al capital o no".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.