Los carteros rechazan que se les pueda culpar del impago de las multas de tráfico

Los carteros del distrito 3 de Madrid han rechazado la acusación de Eduardo Larraz, concejal de Circulación, de que sean ellos los responsables de que cada día 5.000 notificaciones de multas de tráfico queden legalmente invalidadas al ser abandonadas en los buzones y no entregadas en mano. "Larraz no sabe de lo que habla. Si conoce algún caso, que lo denuncie" afirmó un portavoz del colectivo. A finales del mes pasado, 50 carteros del distrito 3 de Madrid que se encargan del reparto de la correspondencia en un amplio perímetro delimitado por las calles de Raimundo Fernández Villaverde, Reina Victoria, paseo de Juan XXIII, avenida de Moncloa, Isaac Peral, Cea Bermúdez, José Abascal y Alonso Cano, firmaron un escrito en el que rechazaban las acusaciones de Larraz.

Según aquél, el Ayuntamiento aún no ha podido adoptar medidas drásticas contra los automovilistas con mayor número de sanciones por infracciones de tráfico debido a que, al no entregar en mano las cartas certificadas, no se puede entablar contra ellos las acciones legales pertinentes. Según Larraz, los carteros dejan las cartas certificadas en el buzón, por lo que no hay forma legal de constatar que el destinatario las ha recibido. En concreto, Larraz afirmó que el 68% de las multas (unas 5.000 diarias) no podían tramitarse por esta presunta dejación de funciones por parte de los funcionarios de Correos. La falta de constancia oficial en la entrega de las notificaciones es lo que ha impedido al Ayuntamiento enviar a la Dirección General de Tráfico los nombres de una serie de conductores que acumulan un alto número de infracciones, a los que se quiere retirar el carné de conducir por un período de tiempo.La acusación sembró el malestar entre los carteros. Un portavoz del colectivo del distrito 3 afirmó que ellos reciben un listado con las cartas certificadas, confeccionado por el Centro Municipal de Informática (Cemi), y que acuden a todos los domicilios reseñados en tal listado.

"Es muy habitual que las cartas no se puedan entregar en mano, tanto por la ausencia del destinatario como por aquellos que, aún estando en casa, se niegan a hacerse cargo de ellas".

El cartero, en cualquier caso, reseña en el listado los motivos por los que no se ha entregado la carta certificada. Si en dos intentos no se ha conseguido, se deja un aviso indicando que puede ir a Correos a retirarla. "No es cierto es que el cartero se limite a dejar la carta en el buzón. Tal vez haya algún caso aislado, pero, entonces, que el concejal lo denuncie. No se puede culpar a los carteros en general de una práctica que no es legal", añadió.

Silencio sindical

El portavoz se lamentó del silencio de los sindicatos de Correos, que no contestaron a las acusaciones del concejal. Sí lo hizo el secretario general de Comunicaciones del Ministerio de Transportes, José Luis Martín Palacín, quien calificó las declaraciones de Larraz de "grave irresponsabilidad" y de "descortesía".Correos había evaluado en unos 540 millones de pesetas el coste de la creación de un servicio especial de reparto para tramitar las 7.500 notificaciones de multas diarias. Larraz, sin embargo, había desechado tal idea. "Es absurdo que el Ayuntamiento monte un cuerpo de carteros para entregar las multas si ya existe Correos", dijo.

La estimación económica del coste del servicio especial se le comunicó a Larraz en un escrito de fecha 9 de octubre. El concejal hizo sus declaraciones acusatorias el 18 de octubre.