Los empleados de Pachá contradicen la versión de la familia del directivo apaleado
, Jaime Caro Pino, el directivo de una empresa de ordenadores que falleció el pasado jueves tras recibir una paliza en el aparcamiento subterráneo de Barceló, no regresó a la discoteca Pachá a pedir ayuda a sus amigos, tal como informó la familia. Según los empleados del establecimiento, Caro salió de la discoteca sobre las 5.30 del miércoles, hora y medía después de haber llegado solo. Según. los empleados, no se le volvió a ver.
Esta versión contradice parte de la recibida por la familia de la víctima, según la cual Caro regresó a Pachá tambaleándose para buscar a sus amigos después de ser apaleado por tres individuos. Éstos, creyendo que estaba bebido, le metieron en el coche y, para ver si se recuperaba, le estuvieron dando vueltas por Madrid hasta las diez de la mañana, hora en que le trasladaron a su domicilio. Caro falleció en La Paz al día siguiente.
"Jaime llegó sobre las cuatro y venía solo" explica un empleado de Pachá. "Lo más extraño es que esa noche estacionó el coche en el aparcamiento público de la plaza de Barceló, cuando siempre dejaba las llaves a los aparcacoches" añade.
Jaime Caro era muy popular en el establecimiento, ya que desde hace nueve años solía acudir al local dos o tres días por semana. "Si hubiera tenido algún problema, nos hubiera pedido que le acompañáramos al coche o que le llevárarrios a casa. Había confianza para ello", explica uno de los empleados.
El aparcamiento de Barceló es considerado peligroso por los usuarios de los establecimientos de la zona, El pasado sábado, la entrada de peatones del parking estaba cerrada "por la gran cantidad de drogadictos que se apostan en ella", según afirmó un empleado del estacionamiento.
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