Química matrimonial

El pasado 7 de octubre, en las páginas de Sociedad de su periódico, un titular rezaba: Los españoles se casan un 25% menos. O, lo que es lo mismo: en una boda cualquiera, los contrayentes se casan solamente un 75%, dejando por tanto sin pasar por la vicaría el 25% restante.Así, no es de extrañar que la gente se divorcie con tanta facilidad. Antes, cuando el personal se casaba al ciento por ciento, las dificultades para las rupturas del vínculo matrimonial eran enormes. Ahora, con esta nueva modalidad de casamiento a que nos referimos, con divorciarse del 75% que la pareja aportó al matrimonio es más que suficiente. Se me antoja que la causa de tantas crisis convivenciales en la pareja radica en ese 25 % que queda sin matrimoniar.

No me extrañaría nada que en la química matrimonial ocurriera algo parecido a lo que sucede en la química de verdad, que cuando un átomo posee una valencia libre, ésta tiene una tendencia irrefrenable a unirse con otro elemento. Así, un matrimonio con un 25% libre tenderá (estamos formados por millones de moléculas) a unir con otra persona el 12,5% que corresponde a cada cónyuge. Y claro, pasa lo que tiene que pasar: las parejas comienzan a inestabilizarse progresivamente, y al final, ruptura que te crió. Y todo esto, ¿por qué? Muy sencillo: por la moda actual de los españoles de casarse un 25% menos.-