Los narcotraficantes atentan contra 21 policías en Medellín y matan a cinco
La policía fue víctima del narcoterrorismo el pasado jueves por la noche. Una bomba de fabricación casera, de 30 kilos de dinamita, fue lanzada a un autobús que transportaba a 21 agentes. El hecho ocurrió en Medellín, la segunda ciudad de Colombia. Los policías viajaban contentos porque regresaban a casa luego de terminar su turno de vigilancia. Cinco murieron como consecuencia de¡ atentado y 16 quedaron heridos, algunos de ellos de extrema gravedad.Aunque en un comienzo nadie se adjudicó el atentado, ni las autoridades señalaron a nadie como culpable -porque, como dijo el alcalde de Medellín, "en Colombia hay muchos grupos desestabilizadores"- ayer el director de la policía de Medellín aseguró que no existen dudas sobre la autoría del cruel hecho: el narcoterrorismo. La bomba fue activada por unos hombres que permanecían escondidos tras unos arbustos. Hace un mes, en Bogotá, fue detectado un coche bomba con 100 kilos de dinamita que estaba destinado a destruir completamente la sede de la Dirección Nacional de la Policía.
Violencia y diálogo
Simultáneamente al atentado contra el autobús de la policía en Medellín, en Bogotá estallaron dos bombas en barrios populares. Esta nueva oleada de violencia coincide con el no rotundo que el Gobierno le dio al diálogo planteado por los jefes del narcotráfico. El lunes pasado los jefes del cártel de Medellin propusieron la creación de una comisión de alto nivel para llegar a un acuerdo. Según los extraditables, éste sería el camino para llegar a la paz en Colombia. Aunque algunos de los elegidos para esta comisión aceptaron su misión, el Ejecutivo reiteró su decisión de continuar la guerra.El más importante diario del país, El Tiempo, fijó en el breve titular de su nota editorial del día siguiente a esta propuesta, su posición: "¡No!". Curiosamente, una encuesta que publicó ayer este mismo periódico, revela que un 61% de los colombianos está de acuerdo con establecer un diálogo con los narcotraficantes.
Por otra parte, ayer el Ministerio de Justicia dictó autos de detención con fines de extradición contra seis colombianos más solicitados por Estados Unidos. Entre ellos figura Jorge Ricardo de la Cuesta, piloto personal de Pablo Escobar, jefe del cártel de Medellín. Hace dos días el Consejo Nacional de Estupefacientes notificó a Rafael Abello El Mono, la resolución de extradición. Abello es considerado el cuarto hombre del cártel de Medellín y es tal vez el único pez gordo caído en esta guerra.
[El coordinador de la izquierdista Unión Patriótica (UP) en la provincia de Antioquia, Gabriel Jaime Santamaría, fue asesinado ayer en su oficina, en el centro de Medellín, informa Efe].
[Por otro lado, los sacerdotes españoles que colaboran con guerrilleros colombianos son dos y no 10, como se había informado anteriormente, informa Europa Press citando a la Oficina de Información Diplomática].
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