Caída de la libra y de la bolsa londinense

Al socaire de la dimisión del canciller del Exchequer, Nigel Lawson, los mercados de cambios y la Bolsa de Londres reflejaron una pérdida de confianza en la capacidad del Gobierno británico para controlar la economía de la nación, castigando a la libra con una pérdida de seis pfénnigs, llegando a cotizar a 2,885 marcos, su nivel más bajo frente a la divisa germana desde marzo de 1987. Por su parte, la bolsa perdió 47,3 puntos en el índice Financial Times, cerrando a 2.082,1.La caída de la libra se inició la víspera en Nueva York, prosiguió en Tokio y se reflejó a lo largo del día de ayer en un persistente goteo a la baja de la moneda pese a la fuerte intervención del Banco de Inglaterra y de la Reserva Federal estadounidense.

La conmoción ocasionada por la dimisión de Nigel Lawson el jueves quitó de un plumazo en los mercados financieros el aura de estabilidad de la divisa británica derivada de su carácter de petromoneda.

De poco le valió este calificativo, mientras los analistas monetarios afirmaban sin pudor que la tasa de inflación británica, del 7,3% interanual en septiembre, podía desbordarse aún más.

Los inversores sugerían abiertamente ayer en la bolsa que el liderazgo de Margaret Thatcher en el conservadurismo británico estaba en decadencia.

Los analistas llegaron a opinar que era inevitable un relevo de Thatcher al frente del partido en breve.

Los mercados británicos temían ayer un incremento de los tipos de interés en defensa de la libra, lo que podría afectar aún más a la bolsa local. La designación de John Major como sustituto de Lawson no devolvió las aguas a su cauce.

Mientras, las versiones sobre el resultado de los datos de la balanza de pagos por cuenta corriente señalan que cerrará el año con un déficit de 30.000 millones de dólares (más de tres billones y medio de pesetas).

Los altos tipos de interés internos no han ayudado a controlar la inflación.