El miedo al cambio

Señores postulantes a señorías de la razón de ser de la democracia formal más o menos bien alimentada del alba del tercer milenio, ni la banca les tiene ley a ustedes, y ello a pesar de "que el Gobierno socialista que manda le ha hecho el caldo gordo a este sector", revela la ironía de una tal Carmen, empleada de una de las más de 400 oficinas de cajas de ahorros de Extremadura.

Toda la población afiliada al deber y al haber de cada día no pierde ripio sobre el acontecer de la campaña electoral. Es un decir, porque dice Juan Carretero, director de una entidad de ámbito nacional del gremio: "Me intereso mucho, pero no hay información adecuada, ni de los políticos, ni de los medios de información".Los antedichos corroboran al vulgo de la madre patria: "Estamos hasta el moño de su diversión favorita, es decir, a la greña los unos contra los otros; que se vayan, por favor". Y una pregunta de la base y de los pisos de arriba de los gerentes del dinero del pan de cada día: "¿Cuándo los políticos se van a preguntar por qué los españoles votan cada vez menos, porque la mayoría del PSOE somos los que no votamos?", palabra del director de una entidad bancaria nacional en Extremadura.

Este personal dice no engañarse: nos enteramos de la campaña por la radio y la prensa escrita sobre todo; "no me atrevo a decir si es objetiva la televisión", insinúa el empleado Eusebio al tiempo que otros, como Carmen y todos los demás, no se andan con chiquitas: "La televisión es un instrumento ideológico del PSOE".

Y la banca, ¿qué piensa de la banca respecto a este maratón del verbo electoral y su posible resultado? "Como no va a cambiar nada, la campaña no afecta a la banca; !o que interesa es 1992, la competencia extranjera", pero marginando la total falta de interés de los políticos y sus programas-epístolas, los banqueros declaran todos: "Las elecciones son importantes siempre" o también "son importantes para calibrar la merma del engaño del PSOE".

Todos admiten: "Ganarán los mismos, porque muchos desean el cambio, pero lo temen; no es un miedo político como en el franquismo, es económico; unos temen perder el paro, otros la jubilación y muchos los enchufes; se ve en nuestro sector hasta qué punto están infiltrados a todos los niveles para atemorizar".

¿Y Ruiz-Mateos, su colega paralelo? Hay quien piensa "es un loco", y hay quien conviene "tiene un puesto secundario"; pero la mayoría "se manifiesta reservada, mucho más que en los demás".

¿Anguita? "Tiene muchos forofos". ¿Suárez? "Ya cumplió su papel". ¿Aznar? "Nunca se sabe lo que nos reserva Fraga". ¿Felipe? "Dios nuestro señor, qué le vamos a hacer".