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CIENCIA

La sociedad es cada vez más vulnerable a las catástrofes naturales, según los expertos

La vulnerabilidad de la sociedad actual a las catástrofes naturales, como terremotos, huracanes y erupciones volcánicas, está aumentando debido sobre todo al hacinamiento humano en grandes núcleos urbanos, al imparable aumento de la población en el mundo y a un incremento de las edificaciones de alto riesgo. Los geólogos, los matemáticos y los sismólogos coinciden en señalar que los gobiernos de las naciones en general no se preocupan de tomar medidas para prevenir las catástrofes naturales y tampoco de hacer cumplir las escasas normativas que existen al respecto. Estas y otras tesis han sido expuestas por expertos de varios países reunidos en Madrid en un encuentro internacional dedicado a analizar las catástrofes naturales y sus repercusiones socioeconómicas, organizado por la fundación Mapfre.El presidente del Instituto Internacional para la Teoría de la Predicción de Terremotos, el soviético Vladimir Keilis Borok, ha señalado a este diario que cada año se producen en el mundo más de cien terremotos destructivos. "La prevención de estas catástrofes es posible, y creo que un 50% de los daños que se producen en cada terremoto podrían evitarse. En cambio, la predicción exacta de uno de estos fenómenos es una posibilidad remota aún. Nosotros sabíamos que en una superficie de 400 kilómetros cuadrados en la zona del Cáucaso se iba a producir un terremoto de grandes proporciones, cuando ocurrió la catástrofe de Armenia. El problema es saber si estos fenómenos van a producirse junto a grandes ciudades o en instalaciones peligrosas, pero los terremotos se suceden continuamente", comenta Keilis.

El geofísico soviético afirma que algunos gobiernos suelen autorizar a veces la edificación de instalaciones peligrosas, como en el caso de algunas plantas nucleares, en zonas que pueden verse afectadas por terremotos. "Los gobiernos suelen tomar medidas legales para que estas plantas sean resistentes a los terremotos, pero no siempre existe un control absoluto sobre las condiciones en que se construyen estas instalaciones", resalta Keilis. Aunque este científico cree que la proporción de terremotos y de desastres naturales no ha aumentado respecto a otras épocas, el alemán occidental Dieter Göbel señaló que en este siglo habían ocurrido 400 grandes catástrofes naturales: 14 en los años sesenta, 27 en los setenta y 74 en los años ochenta, todas ellas con grandes pérdidas económicas.

Japón es quizá el país que más medios económicos emplea en la prevención de los desastres naturales. El Estado nipón invierte cada año unos 20.000 millones de dólares en este apartado, lo que supone el 5% del presupuesto nacional. Según el científico Kenzo Toki, del Instituto de Investigación para la Prevención de Desastres, en Kyoto (Japón), todos los japoneses realizan ejercicios cada primero de septiembre para estar preparados en caso de que se produjera un terremoto de grandes proporciones. Además se educa a la población con mensajes radíofónicos, folletos y charlas. Toki opina que en un futuro no definido se producirá en Japón un terremoto de ocho puntos de magnitud en la escala de Richter. "Tenemos datos para saber que ese terremoto va a producirse, pero no sabemos cuándo ni dónde se producirá. Sólo Dios lo sabe".

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