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España y Francia deciden investigar "hasta el final" el 'blanqueo' del dinero del narcotráfico

La cumbre hispano-francesa que finalizó ayer en Valladolid ha pretendido dar un impulso a lo que algunas fuentes oficiales presentan como una inminente cruzada europea contra el tráfico de droga. El presidente del Gobierno, Felipe González, se declaró partidario de investigar "hasta el final" el blanqueo del dinero generado por los estupefacientes, aunque reconoció que "habrá dificultades". François Mitterrand, por su parte, señaló claramente en la conferencia de prensa conjunta una de esas dificultades al afirmar que "es necesario que los bancos abran sus libros de contabilidad".

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Para llevar a cabo una lucha contra la droga que el presidente francés describió como "uno de los mayores combates de la humanidad", Felipe González y su anfitrión coincidieron no sólo en la necesidad de nombrar coordinadores comunitarios para evitar que los doce actúen en orden disperso, sino en la aproximación de las medidas preventivas, el refuerzo de las fronteras externas de la Comunidad Europea (CE), la armonización de las políticas de los Estados miembros frente a los países productores y de tránsito y una firme actuación conjunta contra el blanqueo de dinero.Aunque algunos socios comunitarios audan entre nombrar a un coordinador que proceda del Ministerio de Justicia o del de Interior, se da por casi seguro que el Consejo Europeo de diciembre en Estrasburgo aprobará la creación de este foro para desarrollar las iniciativas antes mencionadas en asociación con otros países consumidores, empezando por Estados Unidos. Francia ha decidido sumarse, desde la presidencia de la CE, a la llamada trilateral antidroga que desde abril integran EE UU, España e Italia y que celebró ayer y hoy una reunión de alto nivel en Madrid con Colombia, Bolivia y Perú.

En coincidencia con esta decisión, Mitterrand suavizó ayer su lenguaje al comentar la ofensiva antidroga del presidente George Bush, contra el que arremetió durante un reciente viaje relámpago a Bogotá por hacer excesivo hincapié en la represión y menospreciar la ayuda económica a la transformación de los cultivos. "Estoy totalmente de acuerdo con Bush", recalcó el jefe de Estado francés antes de subrayar que "ningún término de los empleados por Bush en su condena de los traficantes de Colombia es excesivo". Mitterrand reconoció, sin embargo, que tenía una visión diferente de la del presidente norteamericano en lo concerniente "al tratamiento del consumo". "Mi sentimiento personal es que los consumidores son víctimas", y, por tanto, "no soy partidario de ser sólo rigurosos con ellos".

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