_
_
_
_
LA BATALLA POR EL VOTO

Euskadi, enfrentamiento con HB

La dialéctica contra los violentos dificulta el contraste entre partidos

VICTORINO RUÍZ DE AZÚA Las campañas electorales tienen en Euskadi algo de arcaico. Cada centímetro de pared es disputado para colocar los más variados reclamos o para romper los del contrario. Pero la pluralidad de la oferta política no basta para ocultar un distanciamiento creciente del público respecto a los viejos procedimientos de atracción del voto. Faltan debates y oportunidades para aclarar las propuestas de cada partido, y la tensión central se ha desplazado al enfrentamiento entre Herri Batasuna (HB) y todos los demás.

La persistencia del terrorismo y el pacto por la pacificación y la normalización han restado virulencia al contraste entre los partidos. Domina un enfrentamiento con HB en torno a la violencia. Las demás formaciones políticas han dado todavía con la fórmula para pasar al ataque entre ellas sin que parezca una ruptura del compromiso común frente a los violentos.No es extraño que la búsqueda del voto últil sea la tónica de esta campaña y que algunos partidos pidan apoyo, con tono un poco limosnero, incluso a quienes no piensan como ellos. Las apelaciones a la eficacia atribuida a su propia papeleta por cada sigla se multiplican en el campo nacionalista como las setas en los bosques antes, de la sequía.

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha convertido la posibilidad de conseguir la formación de un grupo parlamentario propio en un arma estratégica. Este es el principal argumento de su campaña. Para garantizar el cumplimiento, de las condiciones (alcanzar cinco diputados o el 15% de los votos en las circunscripciones donde concurre), el partido de Xabier Arzalluz ha renunciado a presentarse con sus siglas en Navarra, donde sus porcentajes electorales son ínfimos. Renunciar a estar presente con nombre y apellidos en la "tierra madre" es un duro sacrificio o roza la traición, según los puntos de vista, para cualquier abertzale.

Por otro lado, el PNV está dando una lección sobre las posibilidades de mejora de las cualidades físicas de los candidatos. La característica calvicie de Anasagasti ha desaparecido, durante la campaña al menos.

Arzalluz pide el voto a la gente en mítines y en televisión "pienses lo que pienses". El tuteo es inequívoco. Se dirige a las restantes ramas de la familia nacionalista.

Eusko Alkartasuna (EA) protagoniza con HB en Guipúzcoa un duelo de creciente virulencia por la primera plaza. La coalición cobró ventaja en las últimas europeas pero EA cree posible recuperar la hegemonía y pide el voto explotando el dilema: "HB o EA. Tú eliges".

El lema de la campaña se presenta en euskera como una propuesta (Euskadi indartu, fortalece Euskadi) pero en castellano tiene un aroma de nostalgia. "Recupera la fuerza de Euskadi".

Euskadiko Ezkerra (EE) se presenta por primera vez sin Juan María Bandrés. Cada elección supone desde hace tiempo para EE la oportunidad de atraer un electorado potencial muy fiel pero esquivo al llegar la hora de la urna. Es la segunda opción para muchos mas vascos de los que el día de la verdad le confían su voto.

Estos tres partidos nacionalistas comparten el compromiso del pacto de Ajuria Enea con socialistas, centristas y populares. Las campañas de las fuerzas de ámbito general español tienen poco margen de originalidad en Euskadi. Frente a todos ellos, HB se prepara a pasar una prueba de fuego. Se trata de comprobar el efecto electoral de su aislamiento político creciente.

La recepción de menos votos de los esperados en las últimas europeas causó preocupación en HB. Sus análisis internos atribuyeron el hecho a un mensaje excesivamente centrado en la de nuncia de la Europa comunitaria y, sobre todo, a una capacidad menor que en ocasiones anteriores de atraer el voto joven.

Pero HB ha encajado también la nueva situación y trata de neutralizar las consecuencias del aislamiento. En los próximos cuatro años HB ocupará por fin sus escaños. Según ellos, ésta será, no cabe duda, la legislatura de la negociación política con ETA.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_