Berlusconi solicita que la RAI se limite a producir y emitir programas culturales y pedagógicos
La RAI-TV, la radiotelevisión estatal italiana, y las tres televisiones privadas de Silvio Berlusconi, apellidado su emitencia, que monopoliza prácticamente toda la televisión italiana privada, sostienen una dura disputa durante estos días que de momento se mantiene dentro de la Prensa. Berlusconi ha efectuado unas declaraciones que han hecho saltar no sólo a la RAI, sino a la clase política, incluida la izquierda democristiana, que no se resigna a que la televisión pública se convierta en un simple boletín oficial del Estado.
Berlusconi, en efecto, ha aventurado la hipótesis de que la función de la televisión pública debería reducirse a un papel puramente pedagógico, dejando para las televisiones privadas todo lo que se refiere al gran mundo del espectáculo y de los deportes, por ejemplo.Lo que se debate en el fondo es una guerra por la publicidad. Evidentemente, si la RAI-TV se redimensionase, la mayor parte de la tarta iría para Berlusconi, que tiene en sus manos el casi monopolio de la televisión privada.
Los políticos que no quieren que la emisora pública pierda fuerza ni prestigio insisten, por el contrario, en que la RAI-TV debe ser competitiva con la privada, que debe continuar siendo el centro pluralista de la vida cultural e informativa del país y una verdadera empresa competitiva y no una sociedad lucrativa para dar trabajo o favores.
Y éste es el punto más delicado. Precisamente el último número del semanario Panorama ha revelado un informe secretísimo -que, al parecer, nunca se había facilitado a los presidentes del Gobierno- sobre el número de personas que han firmado un contrato de colaboración externa con la RAI-TV. Según dicho informe, el número de colaboradores de la RAI alcanza en este momento la cifra astronómica de 46.897, que cuestan a la empresa pública 14.357 millones de pesetas anuales. De 1987 a 1988 la cifra de dichos colaboradores ha subido de 36.015 a los 46.897 de hoy.
Horas extraordinarias
El coste que ello ha supuesto ha duplicado casi la cifra, pasando de 7.956 millones de pesetas a los actuales 14.357. Los trabajadores de plantilla son 13.745 los cuales además cobran de media 350 horas extraordinarias al año.
Se calcula que sólo el año pasado la RAI pagó 50.000 Millones de pesetas a parientes o funcionarios del ente vinculados a sociedades productoras de programas. Por otro lado, la RAI-TV cuenta con un pasivo de 30.000 millones de pesetas.
La acusación que se ha hecho siempre a la televisión pública italiana, que, por otra parte, ofrece unos productos nada desestimables según la media de calidad europea, es que, como una gran mamma, da de comer a todo un ejército de colaboradores y amigos de políticos que cobran un sueldo de dicho ente público.
Hoy la RAI cuenta con tres canales de televisión y tres de radio. A veces, para cubrir los viajes papales acuden seis equipos de información diferentes, uno por cada canal de televisión o emisora de radio. Ha habido viajes en que ha llegado a desplazar hasta 90 personas.
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