Mayor pide a los miembros de la Unesco que no la utilicen con fines políticos

El director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, apeló ayer a los 158 Estados miembros a no utilizar la organización con fines políticos y se comprometió a defender la libertad de expresión. Estos dos aspectos del discurso inaugural de la Conferencia General de la Unesco, que se inició ayer en París, resumen la mayor expectativa de la asamblea, centrada en saber si Estados Unidos y el Reino Unido se darán por satisfechos con su desarrollo y volverán o no al organismo.Mayor afirmó que velará para que la libertad de expresión no tenga límites y se asegure el libre flujo de la comunicación dentro y entre todos los países" -condición exigida por EE UU para regresar a la Unesco-, aunque añadió que "actuará contra las disparidades que amenazan la diversidad cultural", como piden los países del Tercer Mundo, que destacan el desequilibrio en el terreno informativo. La Unesco ha elaborado una nueva estrategia que sustituya al polémico nuevo orden de la información y la comunicación, en la que se resaltan los valores de la libertad de expresión, pero las modificaciones no satisfacen aún a EE UU. La Conferencia General, que terminará el 16 de noviembre, debe aprobar el Plan a Medio Plazo para los próximos seis años, que contiene cuatro prioridades: el desarrollo de los recursos humanos, con especial dedicación a la alfabetización; la utilización racional de los recursos naturales y la protección del medio ambiente; la igualdad y el respeto de las identidades culturales, y el intercambio de información y de conocimientos. Mayor señaló ayer, como objetivo del plan, que la Unesco prestará "toda la ayuda que sea posible a los pueblos que con mayor apremio la requieran".

El director general anunció también, en esta su primera Conferencia General desde que fue elegido hace dos años, un cambio de estructuras para "la toma de decisiones y para una gestión rápida y transparente". EE UU considera que Mayor no ha emprendido todavía las reformas estructurales suficientes para plantearse el regreso. La conferencia debe asimismo aprobar el presupuesto ordinario para los años 1990-91, que Mayor fija en 375 millones de dólares, con un aumento del 2,5% en relación al del bienio anterior.

La mayoría del Consejo Ejecutivo, integrado por 51 miembros, parece inclinarse por un crecimiento cero. La asamblea aprobará casi con seguridad la recomendación del Ejecutivo referente a Palestina, cuya admisión se pospone al menos dos años, a cambio de contrapartidas.