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China rehabilita la figura y el pensamiento de Confucio

El pensamiento y la propia personalidad de Confucio, el gran filósofo cuya influencia ha marcado y aún sigue marcando, el modo de entender la vida y las relaciones sociales en China y otros países de Extremo Oriente, han sido oficialmente rehabilitados en la República Popular China al cumplirse el 2540º aniversario de su nacimiento.

Considerado como el padre del feudalismo en China por sus teorías acerca de la obediencia y sumisión al patrón, y calificado de reaccionano durante la revolucion cultural (1966-1975) por sus dirigentes, Confucio aún tiene mucho que ver con la sociedad china actual.Quizá por ello la China oficial ha querido rendir homenaje a este "gran pensador antiguo", como lo definió el secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zemin, destacando de su filosofía las virtudes que propugnaba de "armonía, estabilidad, obediencia y lealtad", entre otras, y respaldando un simposio sobre Confucio en Pekín y Qufú, el pueblo natal del filósofo, que se encuentra a 500 kilómetros al sur de la capital, y al que asistieron 300 académicos y sinólogos de más de 20 países, clausurado el martes 10 de octubre.

Patrocinado por la Fundación China de Confucio y la Unesco, los participantes discutieron durante cuatro días "la posición de las ideas de Confucio en la historia y su influencia en la sociedad moderna", poniendo de manifiesto, en general, el "valor eterno" del pensan-fiento del filósofo y recomendando al pueblo chino una meditación tranquila y objetiva de sus ideas."Al pensar acerca de lo que las ideas de Confucio pueden significar para el mundo actual, aparece meridianamente claro que las necesidades básicas de la sociedad humana, sorprendentemente, han cambiado poco en los últimos 2.540 años", afirmaba el doctor H. L. Teller, representante de la Unesco en China, en la ceremonia de apertura del simposio, porque, "con todo nuestro progreso, o la falta de él, una sociedad que funcione y pueda tener éxito depende todavía en gran medida de muchos de los valores que (Confucio) expuso".

El eje central de la doctrina de Confucio se basa en el concepto de la armonía, que tiene aún gran influencia en la cultura tradicional de China, Corea, Japón o Singapur, por lo que conlleva de respeto filial y orden social.

Obediencia al superior

Para Gu Mu, ex viceprimer ministro y presidente honorario de la Fundación China de Confucio, la idea de que "la armonía crea prosperidad", discutida hace 3.000 años durante la dinastía Zhou, dio paso a la proposición confuciana de "armonía por encima de todo", que estableció las teorías de la coordinación en las relaciones interpersonales.Estos pensamientos contribuyeron a la prosperidad de la antigua sociedad china y al desarrollo actual de la humanidad, afirmó Gu Mu. "En la construcción de una nueva cultura socialista, China debe heredar y reformar la cultura tradicional, incluido el pensamiento de Confucio, y asimilar selectivamente las culturas avanzadas del mundo exterior", explicó, porque "una actitud nihilista hacia la cultura nacional privará a China de una base para incorporar lo bueno de las culturas extranjeras".

Lo mismo que Gu Mu, otros dirigentes y la Prensa china han homenajeado a Confucio, "seleccionando lo esencial y descartando lo accesorio", en palabras de Jiang Zemin, para poner el énfasis en las virtudes o conceptos de lealtad, estabilidad, sacrificio personal en favor del bien social y obediencia al superior, en momentos en que el liderazgo chino necesita de ello tras la represión del movimiento en favor de la democracia en junio pasado.

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