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5.000 personas, afectadas por una presunta estafa cometida en cuatro provincias

La policía ha descubierto una presunta estafa por importe de 2.000 millones de pesetas que ha afectado a más de 5.000 personas residentes en Granada, Almería, Jaén y Córdoba. Los tres detenidos son los responsables de dos empresas ilegales -Caja Previsora Andaluza y Caja de Crédito Andaluza-, con sede central en Granada, que captaban impositores bajo la promesa de un premio de 200.000 pesetas. Asimismo, los socios firmaron, después de descapitalizar las empresas, avales falsos, que fueron aceptados por los fiadores como si provinieran de auténticos bancos, para operaciones de compraventa por valor de 1.300 millones de pesetas.

Los detenidos son Luis Mingo Díaz, de 31 años, presidente de la Federación Andaluza de Tenis de Mesa y gestor administrativo; Antonio José Villaden Sánchez, de 59, y Diego Tomás Martos Yuste, de 32, que hacía las veces de presidente del consejo de administración. Los agentes de la brigada de estafas les intervinieron 250.000 pesetas, seis vehículos y documentación relativa a las transacciones comerciales.Según la policía, ambas empresas, con domicilio social en la calle de San José Baja, número 46, infringían la legislación que regula las entidades de crédito en cuanto a que usaban una denominación reservada a cajas de crédito bancarias. El capital social se basaba en valores filatélicos adquiridos a bajo precio que después era intencionadamente elevado para aparentar un activo suficiente. La primera fórmula de estafa consistió en la captación de clientes al azar por medio de la guía de teléfonos, a los que les anunciaban que habían sido agraciados con un premio de 200.000 pesetas y que para recogerlo debían pasarse por las oficinas. Una vez allí, los detenidos les indicaban que para cobrar!o tenían que depositar 65.000 pesetas. Los representantes de las cajas fraudulentas expendían un documento acreditativo del ingreso, semejante a una libreta de ahorros. Los clientes no lograban resarcirse de su inversión ni cobrar el supuesto premio.

Avalistas

Tras descapitalizar ambas empresas, sus directivos y a la vez únicos socios, continuaron sus negocios. Según la policía, firmaron un número indeterminado de efectos cambiables que rubricaban entre sí unas veces como libradores y otras como librados o pasadores. Ambas cajas aparecían siempre como avalistas. Los fiadores, creyendo que los avales procedían de entidades bancarias, aceptaban las operaciones de compra-venta de distintas mercancías, desde cientos de automóviles a productos alimenticios.La policía espera que al no existir justificantes de giros bancarios aparezcan en las próximas semanas denuncias o querellas por valor de 1.300 millones de pesetas correspondientes a unas 700 letras de cambio.

La policía sospecha que las dos cajas ejecutaban otra modalidad de estafa. Los detenidos, por mandato de sus clientes, invertían dinero negro en colecciones filatélicas. Esta circunstancia hace improbable que las personas engañadas por tal método puedan reclamar sus derechos.

Los directivos de la empresa, siempre según los datos facilitados por la policía, disponían discrecionalmente del activo de las empresas "aplicándolo a gastos o inversiones personales, con evidente ánimo defraudatorio", aumentando así el descontrol financiero sobre las dos empresas.

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Las víctimas de la presunta estafa que la policía ha registrado son 5.420, de las cuales 3.186 eran suscriptores de la Caja Previsora en Granada y 2.234 en Almería y Córdoba. Los detenidos llegaron incluso a aceptar letras con firma de favor por precio a razón de 75.000 pesetas en el caso de compra de automóviles. A título anecdótico, la policía informó que Diego Tomás Martos Yuste, el presidente del fantasmal consejo de administración, llegó a demandar a la Caja de Crédito Andaluza, de la que era además director provincial, por despido improcedente. Martos cobró tres millones de indemnización. La cantidad se estableció por "mútuo acuerdo".

La policía indicó ayer que las investigaciones continúan y que no se descarta la detención de otras personas. Los tres directivos fueron detenidos en la tarde del día 10 de octubre e ingresaron en prisión el viernes. Luis Mingo Díaz, uno de los actisados de dirigir la presunta estafa, fue detenido el pasado julio después de que la policía le interviniera cocaína valorada en unos 30 millones en su gestoría.

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