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EL ESTE CAMBIA

La súbita apertura en la RDA oculta una lucha política

JOSÉ M. MARTI FONTEl aparente y súbito consenso de la cúpula dirigente de la República Democrática Alemana (RDA) sobre la necesidad de emprender las reformas exigidas por la población, reforzado ayer por la insólita glasnost reflejada en los habitualmente rígidos medios de comunicación, parece esconder, según observadores del Partido Socialista Unificado (SED), una dura lucha de numerosos miembros del comité central contra la gerontocracia asentada en el Politburó. Se estima que ésta sólo pretende ganar tiempo aplacando las iras de la población hasta el congreso del SED, donde surgiría de entre ellos el sucesor de Erich Honecker.

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Según estas fuentes, las declaraciones de conocidos ideólogos de la línea dura, como Kurt Hager u Otto Reinhold, serían un intento de destacarse en la carrera por el poder que parece haber quedado abierta después del fracaso con que el viejo líder del SED saldó las celebraciones del 40º aniversarlo de la fundación del Estado.Todo parece indicar que la reunión del Politburó en la que se redactó el texto hecho público el miércoles por la noche, en el que se reconocía la evidencia del descontento popular y la necesidad de establecer un diálogo con la población y efectuar reformas, estuvo marcada por una fuerte división entre la-línea ortodoxa, que se niega a ningún cambio significativo, y el ala moderada, más inclinada a un cambio, al menos aparente, del concepto de Estado.

Entre estos últimos se encontrarían algunos miembros del comité central con cargos en provincias. Otro hecho significativo, en este sentido, es la presencia ayer en Moscú de Kurt Hager, precisamente el primer miembro de la cúpula que se pronunció abiertamente por las reformas. Una visita que no estaba programada, según reconocieron las propias autoridades soviéticas.

Cambio en la Prensa

Lo que sí es cierto es que la Prensa de la RDA cambió ayer como de la noche al día, con la única excepción del periódico oficial del SED, Neues Deutschland. Los lectores de Alemania Oriental pudieron leer ayer en la primera página de casi la totalidad de los rotativos el comunicado del Politburó antes mencionado, pero también opiniones, entrevistas y editoriales hasta la fecha insólitos.

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Die Union, por ejemplo, el períódíco del partido democristiano, CDU -hasta la fecha esterilizado por el SED- indicaba que las informaciones sobre los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Dresden, donde se han producido numerosas manifestaciones en estos últimos días, "eran partidistas y ofrecían una impresión equivocada sobre lo allí sucedido", refiriéndose a la habitual crítica del régimen contra los grupos opositores, a los que califica de "gamberros" o "neofascistas".

El periódico de las juventudes comunistas, Junge Welt, publicaba, por su parte, una entrevista con el alcalde de esta misma ciudad, que accedió a entrevistarse con 20 de los organizadores de las protestas e impidió que la policía cargara contra los manifestantes. Incluso, fuentes diplomáticas aseguraban ayer que numerosos periodistas de la agencia oficial ADN se habían negado a seguir utilizando los términos de gamberros y neofascistas para calificar a los opositores.

Sin embargo, lo cierto es que la agencia ADN dedicó ayer el día a transmitir las notas públicas de un sinnúmero de asociaciones culturales y de todo tipo en las que se pedía al Gobierno reformas y diálogo. La más significativa fue la de la Academia de las Artes, que pide el fin de "cualquier restricción" en los medio de comunicación sobre un deba te abierto para instrumentar reformas en el país. "Nuestras reservas de pensamiento e inteligencia deben ser dejadas libres. Este es el mayor patrimonio de la RDA", decía el comunicado de los artistas.

Los grupos opositores, sin embargo, se muestran todavía incrédulos ante esta avalancha reformista y sospechan de una operación de maquillaje para que la protesta pierda fuerza y pueda ser manejada sin que nada cambie.

Barbel Bohley, una de las fundadoras de Nuevo Foro, un grupo que asegura contar ya con más de 20.000 asociados y cuyo proceso de legalización está ahora en manos de los tribunales, indicó ayer que daba la bienvenida a la nueva actitud del Gobierno, pero que, hasta el momento, "nadie nos ha pedido que dialoguemos sobre el futuro de este país. Lo que necesitamos son unas estructuras nuevas, un cambio to tal de las reglas del juego".

Al igual que Bohley, portavoces de la Iglesia protestante, como Rainer Eppelman o Manfred Stolpe, mostraron sus dudas sobre las intenciones del régimen a estas alturas. En Bonn surgieron las mismas dudas, aderezadas con algo de esperanza. El ministro de la cancillería, Rudolf Seiters, indicó ayer que la actitud del Gobierno federal era de "prudencia" hasta que no se vieran cambios reales.

Fuentes de la Iglesia protestante en Le1pzig anunciaron ayer que el alcalde de la ciudad, Bern Seidel, había accedido a liberar a todos los manifestantes detenidos en los últimos días en las manifestaciones producidas en esta ciudad, que vio las mayores concentraciones de protesta desde el levantamiento obrero de 1953 que fue aplastado por las tropas soviéticas.

Estas fuentes indicaron que esto es el resultado de las conversaciones mantenidas por el alcalde con el pastor Friederich Magerius, uno de los dirigentes de la Iglesia en Leipzig. El pasado lunes, el alcalde liberó a 500 manifestantes detenidos tras entrevistarse con Magerius.

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