Claudio Abbado sucede a Herbert von Karajan al frente de la Filarmónica de Berlín

El músico italiano Claudio Abbado será el sucesor de Herbert von Karajan, fallecido el pasado 16 de julio a los 81 años, al frente de la Orquesta Filarmónica de Berlín, según anunció ayer la senadora de Cultura de la vieja capital alemana, Anke Martiny. La elección de Abbado fue decidida mediante votación secreta de los 120 miembros de la orquesta.

La dificultad para elegir a la persona que continuara la obra de Karajan, que a lo largo de más de 30 años convirtió al conjunto clásico bajo su dirección en el más famoso y mejor pagado del mundo, era grande, y pronto empezaron a correr los rumores sobre los posibles candidatos. Entre ellos parecía destacarse el americano James Levine (Cincinnati, 1943), que cuenta con popularidad y gran apoyo discográfico. Sonaron también otros nombres como los de Lorin Maazel, que fue director de la ópera y la orquesta de la radio berlinesas durante un largo período, Ricardo Motti y Carlos Kleyber.Hay que tener en cuenta que los miembros de la Filarmónica de Berlín tienen voz y voto a la hora de designación a su director. Por ello, la adhesión de la mayoría al nombre de Abbado, al que ya conocen por haberles dirigido en muchas ocasiones y cuya imagen en el mundo del concierto, la ópera, el disco, la televisión y el vídeo goza de máximo prestigio, supone el completo acuerdo entre director y dirigidos.

107 años de historia

No hay que olvidar, por otra parte, que la Filarmónica ha tenido a su frente, a lo largo de sus 107 años de historia, a primerísimas batutas desde Hans von Bulow hasta Abbado, pasando por Ricardo Strauss, Arthur Nikisch, Wilhelm Furtwängler, Sergiu Celibidache y Herbert von Karajan, quien gobernó a los filarmónicos desde 1955 hasta su muerte.Claudio Abbado es milanés, y nació el 26 de junio de 1933; se formó en Italia y Viena, y en 1958 obtuvo en los Estados Unidos el Premio Koussevitzky de Tanglewood, y en 1963 el premio Mitropoulos.

Antes había adquirido en la Scala y, a raíz de su segundo galardón americano, fue invitado por Karajan para dirigir en Salzburgo la Segunda sinfonía de Mahler con la Filarmónica de Viena, orquesta de la que será invitado permanente desde 1971.

La carrera de Abbado estaba en marcha a través de una muy rápida ascensión. Su colaboración con Grassi y Strehler en la Scala de Milán marca toda una época de renovación tan importante como su trabajo como titular de la Sinfónica de Londres, puesto para el que es designado en 1979.

Hombre de su tiempo, el repertorio de Abbado no se ciñe sólo a la gran tradición clásico-romántica, sino que incorpora, junto a los clásicos del siglo XX, los grandes nombres de nuestro tiempo, como Boulez, Stockhausen, Nono Penderescki y Manzoni. Actualmente, Abbado promueve y dirige un gran festival en Viena bajo el título de Wien-Modern, dedicado a la obra de Cerha, Gubaidulina, Maderna, Stockhausen, Furrer y Willi, estos últimos nacidos en 1954 y 1956, respectivamente. Con la elección de Abbado, la Filarmónica de Berlín se asegura la continuidad en la línea de grandes figuras que la dirigen desde su fundación.