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DEMOGRAFÍA

Antes del año 2000 habrá 1,2 millones de españoles mayores de 80 años

Al finalizar la década de los años noventa, antes del comienzo del siglo XXI, España tendrá 7,5 millones de ancianos, según cifras que maneja el Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inserso). De acuerdo con estos datos, antes del año 2000 habrá en España 6,3 millones de personas cuya edad oscilará entre los 65 y los 80 años y 1,2 millones mayores de 80, lo que pone en evidencia que se está produciendo un fuerte fenómeno de envejecimiento en la población española.

Actualmente, en nuestro país hay cinco millones de personas mayores de 65 años y otras 900.000 que superan los 80 años. Para Ángel Rodríguez Castedo, director general del Inserso, estas cifras deben provocar la reflexión de que la sociedad en su conjunto y los poderes públicos de una forma muy especial tienen que planificar las prestaciones económicas y de servicios que necesitarán los ancianos.

Campos de concentración

Rodríguez Castedo, que el jueves por la tarde firmó varios convenios con la Diputación Provincial de Segovia para concertar plazas asistenciales, reconoció que en el Inserso hay pendientes de resolver 17.000 solicitudes de plazas en residencias de la tercera edad. "Es necesario reconocer", afirmó, "que la sociedad española tiene un equipamiento insuficiente para nuestros mayores, pues la oferta pública y privada se sitúa en torno a las 107.000 plazas".Sin embargo, a juicio de Rodríguez Castedo, no toda la atención se debe centrar en la construcción de residencias ya que, según las encuestas que realiza el Inserso para la elaboración del Plan Gerontológico, el 96% de los ancianos españoles prefieren quedarse en su propia casa.

Sobre el reciente caso de presuntos malos tratos a ancianos en la residencia de Vallvidrera, en Cataluña, Ángel Rodríguez Castedo afirmó que cuando se constatan lamentables situaciones como ésta es momento para que los ciudadanos reflexionen, pues siempre que hay denuncias de este tipo se trata de residencias privadas". "En las residencias públicas", continuó Rodríguez Castedo, "no pasan cosas de este tipo, aunque no todo lo privado es así, pues hay instituciones sin ánimo de lucro que se dedican a mantener residencias y realizan su trabajo con gran dignidad". A juicio del director general del Inserso las imágenes que han aparecido en los periódicos sobre el caso de Vallvidrera son equiparables a las de los campos de concentración.

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