Masiva búsqueda en Bélgica de los asesinos de un líder judío
La policía belga lanzó anoche una gran operación antiterrorista tras el asesinato de uno de los dirigentes de la comunidad judía del país. Joseph Wybran, de 49 años, era el director del Comité de Coordinación de las Organizaciones Judías de Bélgica, país donde cerca de 30.000 ciudadanos son de origen hebreo. Wybran fue gravemente herido a tiros el martes por la noche en el recinto exterior del Hospital de la Universidad de Bruselas, donde era jefe del Departamento de Inmunología. El líder judío murió en la madrugada de ayer.El profesor Wybran había estado recientemente en Polonia para mediar en la disputa entre la jerarquía católica polaca y la comunidad judía internacional por la permanencia de un convento de carmelitas en Auschwltz, donde millones de judíos fueron asesinados por los nazis en la segunda guerra mundial.
Aunque ninguna organización se ha declarado responsable del crimen, un portavoz de la policía belga declaró ayer que "dado el carácter de las actividades del asesinado no se podía descartar que se tratara de un atentado político". Wybran recibió un disparo en la cabeza en el aparcamiento del hospital. La policía calificó la acción de "cometida con pericia profesional", con una pistola de poco calibre, cuyos disparos sólo podían ser mortales utilizada a muy corta distancia. Por otra parte, el hospital se halla situado apenas a unos metros de una carretera general por lo que la huida era especialmente fácil.
Según fuentes oficiales, cuatro unidades de la policía nacional y dos equipos antiterroristas han sido asignados al caso.
El embajador israelí en Bruselas denunció: "Está claro que el profesor Wybran fue asesinado a sangre fría porque era judío. A 50 años del holocausto, un líder de la comunidad judía es asesinado en el corazón de la capital de Europa".
El primer ministro israelí Isaac Shamir envió un telegrgama al Gobierno belga en el que expresa su indignación y su dolor por el atentado. Igualmente mostraron su dolor organizaciones judías de todo el mundo, la Comisión Europea, y el primer ministro belga Wilfrid Maertens.
The Independent-EL PAÍS.
