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El fuerte incremento del consumo de agua pone en peligro el abastecimiento normal a partir de 1994

El consumo de agua en Madrid se ha disparado en los dos últimos años de forma que, de seguir con esta tendencia, en cinco años se sufrirían problemas de abastecimiento de agua en toda la Comunidad. Cada ciudadano madrileño consume unos 340 litros diarios, más que los parisienses o los londinenses. Los técnicos del Canal de Isabel II han comenzado a estudiar la construcción de dos nuevas presas, que incrementarán la capacidad en 250 millones de metros cúbicos, pero durante los seis años que puede demorarse su construcción sólo un consumo normal, siete veces inferior al de este año, puede evitar que se tenga que traer agua desde el río Alberche, lo que supondría una subida de las tarifas o adoptar medidas restrictivas.

Roque Gistau, director gerente del Canal de Isabel II, expuso el pasado miércoles ante el consejo del Canal de Isabel II su preocupación ante el fuerte consumo de agua que se ha producido en lo que va de año. Frente a un incremento acumulado del 1% anual que se venía registrando en la última década, en 1987 el consumo creció casi un 4% y se calcula que a finales de este año el incremento rondará el 7%.Las razones por las que se ha disparado el consumo no están suficientemente claras para los técnicos. "Influye la climatología, el desarrollo industrial, el cambio social. Se ha pasado de regar una maceta a un pequeño jardín", dice el director del Canal.

"Los consumos están superando todas las previsiones que convierten en pesimistas las previsiones optimistas que se tenían cara al año 2.000", asegura Enrique Villoria, concejal de Obras y vocal del Ayuntamiento en el Canal de Isabel II. "La política expansionista del Canal, dispuesto a abastecer de agua a todos los pueblos de la Comunidad de Madrid, no se ha visto acompañada en estos últimos años de un plan de construcción de nuevas presas. Ahora se plantean construir dos pero una presa tarda en construirse varios años. Esta situación, coincide con que se han desbordado los consumos por lo que es necesario replantearse lo que hay que hacer pues lo que condiciona el crecimiento de una ciudad es el agua", afirmó el concejal del PP.

El Canal abastece agua en la actualidad a 95 municipios de la región en los que viven 4.500.000 personas. Su capacidad de embalse es de 920 millones de metros cúbicos y el consumo se situó el año pasado en 521 millones de metros cúbicos. Con esta capacidad de embalse, el Canal tiene suficiente margen de maniobra para paliar los déficit de agua de unos años con los excesos de otros y garantizar en un 98% el suministro del agua que se consume. En el caso de que se produjera restricciones, éstas nunca superarían la décima parte del agua consumida.

Ante el año 2000

Precisamente para atender a la demanda que Madrid tendrá en el año 2.000 el Canal realiza en la actualidad los estudios previos para poner en marcha dos nuevas presas. Según las previsiones estos dos embalses estarían en las cuencas de los ríos Jarama y Sorbe, serían construidas en seis o siete años y su coste se elevaría a unos 30.000 millones de pesetas. Al tratarse de obras de interés público, la Comunidad, de la que depende el Canal, espera llegar a un convenio de colaboración con el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo y con la Confederación Hidrográfica del Tajo.Pero toda esta política de abastecimiento de agua está basada en un crecimiento anual del consumo del 1 %. Aumentos tan fuertes como el de este año, según Gistau, exigirían, en una primera fase, la captación de agua del embalse de Picadas, en el río Alberche, del que se pueden tomar hasta 100 millones de metros cúbicos. Esta decisión obligaría a aumentar las tarifas vigentes pues la captación de agua del embalse de Picadas ha de hacerse por sistema de bombeo que exige unos costes mayores.

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Pero no sólo es un problema económico. Los 100 millones de metros cúbicos permitirían cubrir un incremento hasta del 30% del consumo. Si este porcentaje se alcanzara antes de que estén en funcionamiento las nuevas presas habría que tomar medidas restrictivas. "Estamos por encima de la media europea", dice Gistau para quien es necesario una mentalización de que el agua es un bien limitado.

Hasta ahora la única formula de regulación es la división de las tarifas por tramos, de tal forma que el que consuma más pague más. "Este sistema no tiene una gran incidencia", dice Villoria, "pues afecta a un porcentaje de usuarios muy limitado. Creo que sería interesante potenciar otras vías como la utilización de agua reciclada y depurada para uso industrial", dijo Villoria.

Ante esta propuesta, el director gerente del Canal manifestó que, efectivamente, algunas industrias madrileñas han decidido emprender una política de reciclaje del agua, pero indicó que esas son iniciativas voluntarias, y que el Canal no tiene competencias legales para obligar a utilizar agua depurada.

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