Las mentiras envuelven la tragedia de Ústica
"Las mentiras de los generales", titulaba ayer en primera página el diario La Repubblica. "Nueve años de mentira sobre la tragedia de Ústica", afirmaba La Stampa. Corrieré della Sera escnbía "Las noticias emanadas del Palacio de Justicia de Roma revelan que la Aeronáutica Militar ha mentido al país durante nueve años Estas mentiras quedaron al descubierto el martes al declarar ante los jueces dé Roma dos suboficiales de la Aeronáutica Militar sobre el nunca desvelado misterio del DC-9 de Itavia que el 27 de junio de 1980 se hundió en el mar de Ústica con 81 personas a bordo, probablemente alcanzado por un misil.
Los dos suboficiales que han acabado confesando, Luciano Carico y Claudio Belluomi, afirman que todo lo ocurrido pudo verse en el radar militar, desmintiendo así lo que los altos mandos habían afirmado hasta ahora.
Asimismo, la Prensa italiana dio ayer mucho relieve a las declaraciones del mariscal Salvatore Loi a los periodistas de que en el momento de la tragedia viajaba en dirección opuesta un jet que llevaba a bordo al general libio Muammar el Gaddafi. De ahí la hipótesis de que el DC-9 hubiese podido ser derribado por un misil lanzado desde un caza extranjero que intentaba atentar contra la vida de Gaddafi. Al cambiarla ruta de repente, el jet libio que viajaba de Trípoli a Varsovia —advertido al parecer del peligro— el misil destinado a él alcanzó por equivocación al DC 9 de Itavia. Pero, aunque como afirma II Manfesto, que tituló ayer con ironía "Accidente de caza internacional", estamos aún muy lejos de conocer "la verdad definitiva", lo que sí ha impresionado a la opinión pública es que se haya roto un silencio de nueve años por una parte del frente militar.
II Manfesto comenta que ello es fruto de la acción de un grupo de personas que no se resignaron a tragarse las mentiras de los militares. Según el juez Buccarélli, todos los altos cargos militares que habían mentido serán nuevamente interrogados y deberán confesar la verdad si no quieren cargar con riesgos mayores.
"Salto cualitativo"
Libero Gualtieri, senador, presidente de la Comisión sobre catástrofes y Terrorismo, ha afirmado que las confesiones de los suboficiales de la Aeronáutica suponen "un salto cualitativo" en las investigaciones. Ha afirmado que ahora interrogará él a los magistrados y que convocará a la comisión con carácter de urgencia.
En realidad, la hipótesis de que un misil podía haber sido la causa de la tragedia de Ústica y que Libia podía haber estado mezclada en el asunto, había sido ya apuntada por el ex ministro del Tesoro, el socialista Giuliano Amato, hoy arrinconado.
Su teoría era que los militares sabían, y probablemente habían ocultado la verdad a los políticos. Sin embargo, los tres ministros de Defensa de este período: el socialista Lelio Lagorio, el liberal Valerio Zanone y el republicano Gíovaiini Spadolini, habían negado siempre que la Aeronáutica Militar hubiese mentido o escondido la verdad. También Lamberto Bartolucci, el ex jefe de Estado Mayor de la Aeronáutica Militar, había criticado durísimamente las sospechas contra los militares.
Sin embargo, Ambrogio Viviani, experto del Servicio Secreto Militar y ex vicecomantante de la zona militar de Turín, afirmó ayer que él está con vencido de que los militares sabían todo. "Con la acostumbrada idea de defender el bien mayor y el amor a la patria, se prefirió esconder la verdad", ha afirmado, añadiendo que hubiese sido mucho más grave si la Aeronáutica Militar hubiese ignorado de verdad el asunto, porque ello indicaría "que es incapaz de conocer lo que pasa en nuestro cielo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.