Las medidas restrictivas del Gobierno moderan el aumento en la demanda de gasolina
El incremento en los precios del carburante y las medidas aplicalas por el Gobierno para enfriar la economía han producido una considerable moderación en el consumo de gasolina a partir de julio; de acuerdo con lo señalado por uno de los responsables de la Delegación del Gobierno en Campsa.La demanda de los usuarios de gasolina y gasóleo; que venía registrando un incremento medio del 9% al mes durante el primer semestre de 1989, cayó en julio aIgo más del 5%, y en agosto al 17% respecto a los mismos meses de 1988; según los datos con los que cuenta la propia deleación.
Campsa, que ha de adaptarse a la liberalización del mercado pactada con la Comunidad Europea (CE) hasta 1991, registró al cierre del año pasado un ejercicio tildado de "excepcionalmente bueno" por los responsables de la delegación. Ello se produjo tanto como consecuencia del precio internacional del crudo (una media de 13,5 dólares por barril) como por la cotización del dólar, a una media de 17 pesetas. "Ambas condiciones han cambiado durante 1989, en el que se percibe un ligero aunento del precio del petróleo y en el que hemos de operar con un dólar más fuerte", indicaban las mismas fuentes.
El Tesoro público ingresó algo más de 686.000 millones de pesetas en 1988. Hasta septiembre de este año, el Tesoro prevé ingresar casi 510.000 millones de pesetas por el mismo concepto y al finalizar el año las previsiones apuntan a alcanzar los 695.000 millones de pesetas; casi 60.000 millones más que lo presupuestado.
"El aumento en la recaudación del Estado se debe fundamentalmente al incremento en las ventas de combustibles, que hasta junio de este año había sido tremendo", señalaron los responsables públicos en el monopolio.
Durante 1989, además, el Estado avanzó en el proceso de liberalización del sector con la promulgación del reglamento de gasolineras. En la actualidad hay 150 peticiones de apertura de nuevas estaciones de servicios, de las que 16 corresponden a Campsa. Igualmente, en 1988 se ha puesto en marcha la desmonopolización del suministro de fuel a grandes clientes, lo que obligó a Campsa a vender sus existencias de este combustible, en una operación que le supuso unos ingresos de 4.000 millones de pesetas.
Por otra parte, Campsa ha aprobado una inversión de unos 17.000 millones de pesetas para la construcción de nuevos oleoductos, que entrarán en funcionamiento entre 1991 y 1992, informa Efe.
