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Ni villa, ni verde

Juan Antonio Carbajo

La reciente historia del distrito de Villaverde está cuajada de numerosas batallas contra las fortalezas industriales que dominan el distrito. En 1976 los nervios se desataron en el barrio contra una planta de Butano. La explosión ocurrrida en una instalación semejante en Utebo (Zaragoza), que causó siete muertos, recordó a los vecinos de Villaverde que a pocos metros de sus casas había una instalación similar. Pidieron su traslado, pero hoy sigue en el mismo lugar.Al año siguiente, la batalla se recrudeció contra la factoría de Minero Metalúrgica del Estaño, SA (MESAE), que todavía sigue produciendo, aunque a un ritmo menor. "Se masca plomo en el ambiente", decían los vecinos.

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Nuevos aires, menos humos

Fosforera Española, la Sociedad Española de Oxígeno, Camping Gas, un fábrica de curtidos, la embotelladora Giralt la Porta, la factoría Thyssen y Boetticher, la fábrica de Ruedesa y la de Talbot rodean el distrito por los cuatro puntos cardinales. "Villaverde, ni es villa, ni es verde", dice Agustín Martín, presidente de la asociación vecinal Pueblo Unido.

Aristráin ha sido la primera batalla ganada por los vecinos.

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