La oposición de la RDA sale de las catacumbas
El régimen de Honecker se encuentra prácticamente paralizado
"Caballo de Troya", "plataforma enemiga del Estado", "reconstructores del imperio alemán", son algunos de los epítetos que la Prensa oficial de la República Democrática Alemana (RDA) ha dedicado a las tímidas voces que desde dentro del país se atreven a pedir reformas y a criticar la política del Partido Socialista Unificado (SED). La reacción más dura, en cualquier caso, ha sido para el recién creado Nuevo Foro, la asociación política que presentó su solicitud de legalización el pasado martes día 19 y que la vio rechazada con insólita rapidez dos días después.
Conforme se acerca la fecha del 40º aniversario de la creación de la RDA -una fecha que estaba concebida para. servir de espaldarazo definitivo al Estado surgido de la II Guerra Mundial y la guerra fría, siempre obsesionado por obtener el reconocimiento internacional-, la situación en el interior de la Alemania Oriental se deteriora progresivamente.El flujo de ciudadanos que, aprovechando la puerta húngara, escapan a la República Federal de Alemania no parece mostrar signos de haberse agotado. El régimen da muestras de hallarse totalmente paralizado, y la enfermedad del máximo líder, Erich Honecker, parece estar íntimamente relacionada con esta pasivídad.
Se desconoce cuál es la enfermedad de Honeeker -que hoy tiene previsto reincorporarse a su actividad-, pero muchos dudan que el próximo día 7 de óctubre se encuentre con fuerzas suficientes como para mantenerse de pie en la tribuna, junto al gran invitado, Mijail Gorbachov.
La oposición interna se había mantenido, hasta ahora, en las discretas catacumbas de las Iglesias, desde donde lanzaba metafóricas críticas que nunca llegaban a poner en cuestión la posición monopolística del SED.
La aparición del Nuevo Foro -que, según sus fundadores, nació a principios de septiembreha roto este esquema. Uno de sus principales ideólogos, Rolf Henrich, un antiguo militante del SED que fue expulsado del partido la primavera pasada tras la publicación de su libro El Estado tutelar, aseguraba poco antes de conocer la prohibición del Gobierno que en dos semanas habían reclutado a 1.500 personas. Sin embargo, a poco de saberse que las altas instancias de la RDA rechazaban la solicitud de inscripción por considerarla "enemiga del Estado", el número de afiliados aumentó hasta 2.800.
El Nuevo Foro se define como un movimiento colectivo independiente del Estado y de la Iglesia, y asegura que entre sus simpatizantes se encuentran numerosos miembros del SED. Otra de sus ideólogas, Bärbel Bohley, declaraba en una entrevista al periódico Kieler Nachricken, de la RFA y a la televisión germa noccidental: "No somos anticonstitucionales, pero se equivocan si creen que tratándonos así va a cesar el flujo de refugiados".
"En nuestro país", empieza el manifiesto de Nuevo Foro, "la comunicación entre el Estado y la sociedad está evidentemente perturbada, una situación que paraliza la creatividad de la so ciedad e impide la solución de los problemas". Los ideólogos de Nuevo Foro quieren "salvar lo probado y bueno de nuestro país", pero quieren "ser protegidos ante la violencia y no tener que soportar un Estado de soplones y verdugos". Por estas y otras razones, quieren un "diálogo democrático para discutir las obligaciones de un Estado de derecho, de la economía y de la cultura", y por ello se constituyen en un grupo que desea ser legalizado conforme al artículo 29 de la Constitución de la RDA, que prevé "el derecho fundamental de actuar en común y de forma organizada para realizar intereses políticos".
Pero no pudo tener peor ínicio el Nuevo Foro. Uno de sus fundadores, Michael Arnold, ni siquiera pudo presentarse en el ministerio con la documentación, al ser detenido en Lelpzig, junto con varios cientos de personas, a la salida de la ya tradicional oración por la paz.
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