Los 22 candidatos a la presidencia de Brasil dispondrán de dos horas diarias gratis de televisión
La fase final de la campaña presidencial en Brasil empezó este fin de semana con un bombardeo televisivo sin precedentes en todo el mundo. Por ley, los 22 candidatos a la presidencia de Brasil tienen derecho a un total de dos horas y 20 minutos de televisión y otras dos horas y 20 minutos por radio al día, totalmente gratis. La utilización de los 140 minutos diarios de televisión en la cadena nacional sigue un complicado principio que tiene en cuenta la representación del partido de cada candidato en el Congreso en Brasilia.
El más privilegiado posee 44 minutos diarios para su, mensaje, y los desconocidos disfrutan de solamente un minuto, dividido en dos apariciones de 30 segundos, tiempo poco más que suficiente para decir nombre y apellido.La población brasileña, de la que cerca de 80 millones tienen derecho a votar el 15 de noviembre, soporta ese bornbardeo sin manifestaciones de protesta. Los políticos se han aprovechado de una costumbre de los tiempos de la dictadura militar, que introdujo la propaganda política electoral gratuita en los años setenta.
Espectáculo abigarrado
Los mejores horarios en la tarde y en la noche son ocupados por un abigarrado espectáculo de algunos candidatos serios y otros que dan la genuina impresión de aparecer en la pantalla para su propia satisfacción personal.Desfilan al mismo tiempo en las pampas del sur, las megalópolis de Sáo Paulo o Río, las selvas de la Amazonla o en el sertáo del noreste Brasil es un país cubierto por la maraña electrónica- personajes como un pastor de una secta evangélica, candidatos de la minoría negra o representantes de la vieja oligarquía rural, además de una solitaria candidata.
El efecto sobre los electores, advierten especialistas en encuestas de opinión, no debe subestimarse.
Se cree que el horario gratuito en la televisión decidió importantes elecciones regionales en los últimos cinco años. Desde que se permitió que los analfabetos puedan votar, los políticos dieron todavía más importancia a los medios audiovisuales.
Se calcula que la mitad de la población brasileña apenas consigue escribir su propio nombre, mientras que la radio y la televisión llegan a todas partes de este país-continente.
Con la ayuda del horario gratuito, un especialista en la pantalla, el ex gobernador de Río Leonel Brizola, intenta invertir la expectativa de voto y derrocar al favorito en las encuestas, Fernando Collor de Melo.
Poco antes del inicio del horario gratuito, Collor empezaba a bajar de su confortable 40%, mientras Brizola, el segundo en las encuestas, superaba el 15%. Si ninguno de los postulantes consigue el 15 de noviembre la mayoría absoluta de los votos, habrá una segunda vuelta entre los dos primeros un mes más tarde. Los comentarios en los principales periódicos y revistas brasileñas sobre el horario gratuito y la campaña electoral son muy negativos.
Se califica este procedimiento como invitación a la farsa y la demagogia, mientras que se considera como un atentado a la soberanía la invasión televisiva de los hogares noche tras noche. Ninguna emisora de radio o televisión, sin embargo, pretende no cumplir con la ley.
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