Izquierda Unida propone en su programa la legalización "de todas las drogas"
Izquierda Unida (IU) propone en su programa electoral la legalización "de todas las drogas con vistas a erradicar el tráfico ilegal, estabilizar el mercado de estos productos a un precio controlado y situar bajo control sanitario algunos de éstos para hacer inviables los grandes negocios alrededor de las drogas". "Se trata de dar un nuevo enfoque al fenómeno de las drogas, con una eficaz labor preventiva actualmente dificultada por la política de penalización" agrega el texto. De otro lado, el programa pide la nacionalización de la banca o la creación de un "fuerte grupo bancario público", y 55.000 pesetas de salario mínimo.
Este movimiento político presentará mañana su Manifiesto Electoral que es un compendio de propuestas, aunque sin mucho detalle, y de filosofía política sobre las líneas maestras del proyecto que ofrecen a la sociedad. En el borrador de programa se propone, respecto al problema de las toxicomanías, un cambio de enfoque" en el que se prime un sistema preventivo eficaz y la incorporación de recursos asistenciales en la red sanitaria pública. Ello en contraste con el sistema vigente en el que existen Planes especiales "que contribuyen a estigmatizar y marginar aun más a los drogodependientes"."Es urgente replantear la política criminal, que ha sido sobradamente ineficaz para hacer frente al fenómeno, dado el rotundo fracaso que esta política representa porque no consigue poner coto al enorme beneficio del tráfico de drogas, por lo que proponemos que se estudie a nivel internacional, primero en el Parlamento Europeo, un proyecto de legalización de drogas, con, vistas a erradicar el tráfico ilegal, estabilizar el mercado de estos productos a un precio controlado y situar bajo control sanitario a algunos productos para hacer inviables los grandes negocios alrededor de las drogas", dice la propuesta de IU.
A manera de principio general, la coalición píde la "nacionalización de la banca" o en su defecto otras alternativas como la creación de un "fuerte grupo bancario público, la creación del delito de "especulación del suelo" y la fijación en 55.000 pesetas del Salario Mínimo Interprofesional.
En lo que IU llama "política de paz" se solicita un referéndum para la salida de España de la OTAN y otro para eliminar de territorio español las bases militares norteamericanas, así como otra consulta sobre el servicio militar. En todo caso, Angeles Maestro, coordinadora de, áreas de la coalición, asegura que se proponen medidas para facilitar la objeción de conciencia y "la mejora de la vida de los soldados".
La negativa de Almeida
Por otro lado, la negativa de la abogada Cristina Almeida a figurar en el número tres de la lista de IU por Madrid ha causado hondo pesar en ese movimiento aunque han preferido sacrificar el tirón electoral de la letrada por mantener al socialista Pablo Castellano en el número dos. Según ha sabido este periódico, el secretario general del PCE, Julio Anguita, ofreció a Almeida la alternativa de que fuera el número dos por Madrid, siempre detrás de Castellano, en tanto que él se desplazaría a la cabeza de lista de Córdoba. Por su parte, Nicolás Sartorius ofreció a Cristina Almeida ser número uno por Sevilla mientras que él iría el tercero por Madrid.
Todo ello fue rechazado por Almeida, quien se oponía a que un candidato del Pasoc fuese por delante de ella desde una perspectiva política y estratégica y no personal. Este principio fue expuesto en el Comité Central del PCE del pasado viernes en el que al menos cinco mujeres pidieron la palabra para rechazar, lo que finalmente fue aprobado, que Castellano fuera por delante de Almeida. La abogada se ha limitado a señalar que razones personales y profesionales le impiden ser candidata al Congreso.
Las fuentes consultadas aclararon que la discrepancia no estaba planteada en términos de "cuota de mujeres", sino que entraba de lleno en la estrategia política de IU. Solo así se explica que este movimiento pierda a Cristina Almeida.
En el PCE existe la voluntad decidida de potenciar al máximo "la componente socialista" y, por tanto al Pasoc, en el intento de que cale en la sociedad la idea de que IU "no son sólo los comunistas, sino la izquierda del país", según explicaron los dirigentes del PCE consultados.
Por otro lado, el presidente del Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista, Santiago Carrillo, responsabilizó ayer a la dirección de PCE y a Julio Anguita de que no se haya alcanzado un acuerdo electoral entre ambas fuerzas. Según dijo Carrillo en una asamblea de militantes de su partido celebrada en Madrid, dicho pacto "hubiera podido quitar la mayoría absoluta al PSOE", informa Efe.
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