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Condiciones suaves

El 8 de septiembre, Helmut Haussmann, el ministro de Economía de la República Federal de Alemania, formuló unas nuevas condiciones para aceptar la fusión, que Daimler aceptó. Haussmann explicó que los perjuicios provocados en el mercado por la fusión de Daimler Benz y Messerschmidt Bolkow Blaem (MBB) se veían compensados por "las ventajas considerables para la economía general del país". Se da la paradoja de que ha tenido que ser un ministro liberal quien finalmente ha permitido la creación del mayor grupo industrial de Europa. La primera condición es que Daimler Benz asuma el riesgo,de capital de la producción alemana del Airbus. Pero da la casualidad de que el dólar está ahora a tan sólo dos marcos y las ventas de los aviones comerciales europeos marchan viento en popa. El resto de las condiciones se centra en que Daimler Benz abandone una serie de campos como el de la tecnología marina o el de los aviones sin piloto, y se desprenda de su participación en la fábrica alemana de carros de combate Krauss-Maffei. No sería de extrañar que Reuter aceptara finalmente las condiciones del Gobierno: no representan ni siquiera el 1% del volumen total de negocios del gigante.

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