Aduanas se reorganiza en Galicia para prevenir la corrupción de funcionarios

El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) se propone desmantelar prácticamente su base de Villagarcía de Arosa, en la provincia de Pontevedra, y trasladar el grueso de sus efectivos destacados allí en la actualidad a la localidad coruñesa de Ribeira. El objetivo de esta medida es doble: potenciar, por una parte, la eficacia del servicio, y prevenir, por otra, la eventual corrupción de sus funcionarios, al sustraerlos de ese modo a las presiones sociales derivadas del contrabando a que se ven sometidos, que son más acusadas en la margen sur de la ría arosana.

La sospecha de que funcionarios de este servicio de vigilancia marítima hayan podido colaborar con los capos del contrabando en Galicia no son nuevas, e incluso llegó a precipitar el cese de un mando aduanero que estaba destacado en la zona. Pero la inquietud de los jefes del SVA se ha agudizado recientemente y no es ajeno a ese hecho el enriquecimiento patente de algunos de sus subordinados.Durante los últimos meses, los responsables de este servicio llegaron incluso a la convicción de que los contrabandistas estaban perfectamente informados del despliegue que adoptaban cada noche las lanchas de Aduanas dentro de la ría de Arosa, en aplicación de unas órdenes que no se imparten hasta que llega el momento mismo de zarpar.

En ese contexto, la muerte del aduanero Luis Vidal Rocha, de 36 años, ocurrida el pasado 9 de junio, cuando la lancha que tripulaba chocó contra una batea de mejillones, al ser deslumbrado el piloto por los focos de una planeadora de contrabandistas, determinó la suspensión de las persecuciones realizadas por el SVA dentro de la ría de Arosa.

Durante todo el pasado mes de agosto y lo que va transcurrido de este, las distintas unidades interceptoras de Aduanas se han limitado a actuar en alta mar y en las inmediaciones de la boca de la ría.

No obstante, la dirección del servicio pretende que las persecuciones dentro de la ría se reanuden en cuanto se complete la reorganización prevista. Buena parte de la veíntena larga de funcionarios destinados en Villagarcía, hasta ahora la principal base de Aduanas en las rías, seguirá en dicha localidad, al servicio de una patrullera que realizará misiones de apoyo.

El resto de la plantilla, junto con las unidades de alta velocidad, que en su versión más moderna alcanzan los 60 nudos (unos 111 kilómetros por hora), será trasladado a Ribeira, donde se establecerá la principal base operativa.

Un mando del SVA destacado en Galicia fue destituido repentinamente hace algo más de un año, tras haber sido sometido a una servera vigilancia. El funcionario en cuestión había adquirido por las mismas fechas un gran automóvil de lujo, y explicé a sus compañeros que había ganado un premio importante en una lotería.

Un alto topo

Los responsables del servicio pudieron comprobar mediante la intervención, de los teléfonos de ese directivo del SVA que el funcionario sospechoso llamaba con frecuencia a una empresa de José Ramón Prado Bugallo, alias Sito Miñanco, que, junto con Marcial Dorado y José Ferrazo, controla actualmente el contrabando en la ría de Arosa. En alguna ocasión el funcionario dio incluso, a través de ese teléfono, indicaciones precisas sobre cómo realizar operaciones concretas de contrabando.

Directivos de Aduanas fueron con esta información a la Audiencia Nacional, que se ocupa de la delincuencia organizada, pero los jueces consideraron que las pruebas eran insuficientes y aconsejaron que se intentara encontrar una solución "interna" al problema.

Llamado a Madrid, el funcionario sospechoso afirmó que las grabaciones de sus presuntas conversaciones telefónicas eran "un montaje". No obstante, fue conminado a que pidiera la baja en el servicio, a lo que se negó. Actualmente se encuentra en excedencia.