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Varado en el espacio.

El satélite Hipparcos se mantendrá un mínimo de seis meses y un máximo de un año en una órbita elíptica de 36.000 kilómetros de apogeo y 500 kilómetros de perigeo, lo que le permitirá efectuar algunas observaciones, aunque le sea imposible cumplir con la misión planeada. Tras su lanzamiento al espacio el pasado 8 de agosto, por un cohete Ariane, el Hipparcos quedó situado en una órbita fuertemente elíptica -denominada de transferencia- de 36.000 kilómetros de apogeo y 210 de perigeo. Desde ella tenía que pasar a la definitiva, una órbita casi circular, a 36.000 kilómetros de la superficie terrestre, denominada geoestacionaria. El motor que debía impulsar ese cambio de órbita falló repetidamente, lo que ha hecho imposible la maniobra. Lo único que finalmente se ha podido hacer ha sido elevar el perigeo de la órbita elíptica. La maniobra, que finalizó ayer mismo, elevó el perigeo a 500 kilómetros utilizando los pequeños cohetes impulsores de que va dotado el satélite.

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