Las compañías de Gaddafi

El líder libio, Muarrimar el Gaddallí, ha traído consigo a Belgrado un trocito de su tierra natal. Unajaima (tienda beduina) instalada en el patio de la residencia del embajador libio reproduce su hogar de Trípoli, aunque en la capital yugoslava hace más frío y tal vez necesite más mantas.Fiel a su fama de megalómano y hombre espectáculo, el coronel del desierto despertó de antemano la curiosidad con el envío de tres camellas lecheras a la sede de la cumbre. Los animales, que han atraído las miradas incrédulas del barrio residencial donde han sido instalados, serán donados al Zoológico de Be1grado una vez concluida la reunión de jefes de Estado. Mientras tanto, Gadidafi no ha tenido que renunciar a su alimento favorito: la leche de camella.

Es incierto que acuda al Sava Center a lomos de un caballo negro, pero varios corceles permanecen atados a las puertas de su jaima. Su llegada al citado palacio de congresos suscita, de cualquier forma, un gran revuelo. Envuelto en una túnica blanca y perfectamente maquillado, irrumpe con aplomo sabiéndose centro de todas las miradas y protegido por una escolta muy particular. Su guardia personal, exclusivamente femenina, ha creado algunos incidentes con los rígidos servicios de seguridad yugoslavos, que les han impedido entrar armas en la sala, tal vez por considerar que basta con sus encantos personales.