El Ayuntamiento pretende eliminar una tercera parte de las tasas municipales

El equipo de centro-derecha del Ayuntamiento de Madrid pretende reducir el año próximo en una tercera parte el número de tasas que se cobran a los ciudadanos y mantener una presión fiscal similar a la de este año. La medida, que reducirá el papeleo, no supondrá, sin embargo, que los madrileños paguen menos al Ayuntamiento, ya que mientras unos recibos desaparecen, otros incrementarán su importe anual.

Los servicios técnicos municipales han recibido la orden de analizar la rentabilidad de cada una de las 29 tasas vigentes y adaptar el actual sistema impositivo al que fija la ley de Financiación de las Haciendas Locales para el próximo año 1990.La instrucción es que el cambio tributario que se adopte finalmente sea lo menos oneroso posible para los madrileños. Sin embargo, los primeros estudios realizados ya indican que, aun en el caso de aplicar los coeficientes mínimos dados por la ley, la presión fiscal aumentará ligeramente.

El nuevo sistema de impuestos y tasas que entra en vigor el próximo mes de enero obligará a pagar más por tenencia de vehículos y posiblemente por contribución urbana, impuesto que perderá su nombre para denominarse de bienes inmuebles. Estos dos impuestos, junto al de actividades económicas (actual radicación), son obligatorios y han de ser cobrados por el Ayuntamiento al menos en su cuantía mínima.

Ley de propietarios

Según la ley los propietarios de turismos con menos de nueve caballos fiscales que actualmente pagaban 1.564 pesetas pasarán a abonar un mínimo de 2.000 pesetas; por turismos de 8 a 12 caballos se pagarán 5.400 pesetas frente a 4.693 pesetas; los dueños de coches que tengan entre 13 y 16 caballos abonarán 11.400 frente a 11.008 y los que tengan más de 16 caballos tendrán que pagar 14.200 frente a 14.292 pesetas que abonaban ahora.

Según informó Luis María Huete, segundo teniente de alcalde y coordinador de asuntos económicos, el Ayuntamiento de Madrid, de acuerdo con la ley, podría cobrar hasta el doble de las citadas tarifas aunque el actual equipo de gobierno es partidario de cobrar el mínimo.

Más difícil, se plantea el problema del impuesto de bienes inmuebles, que sustituye a las contribuciones territorial urbana, rústica y pecuaria y al impuesto municipal sobre solares. A partir del próximo año el Ayuntamiento cobrará un porcentaje no sobre la renta catastral sino directamente sobre el valor catastral del bien inmueble, sea éste vivienda o solar. El valor catastral lo fija el Ministerio de Hacienda.

El porcentaje mínimo a aplicar será el 0,4% y en el caso de Madrid la ley faculta al Ayuntamiento a cobrar hasta un 1,57%. "Se va a intentar aplicar el coeficiente del 0,4%, mínimo que impone la ley", manifestó José Ignacio Echeverría, concejal de Hacienda.

"Con ello se intenta que la presión tributaria por este concepto no sea mayor que la de este año. A pesar de ello la recaudación sufrirá un incremento", añadió Echeverría.

El impuesto de radicación, tercero de los impuestos oblígatorios, se mantendrá en su actual cuantía al igual que la mayoría de las tasas y los precios. José María Álvarez del Manzano, primer teniente de alcalde, indicó que se quiere aprovechar la reforma tributaria para reducir en una tercera parte el número de tasas.

En total, según adelantó José Ignacio Echeverría, podrían desaparecer ocho de las 29 tasas que se cobran. La medida supondría la disminución de papeleo, aunque no un ahorro apreciable para el ciudadano.

Para ello, los técnicos municipales están estudiando el coste de la gestión de cada tasa, su rentabilidad y el número de personas que la pagan. Álvarez del Manzano indicó que la reforma será aprovechada también para cambiar el canon del agua por una tasa de saneamiento, aunque ello no supondrá la disminución de la cuantía a pagar. "Se trata de cambiar el vehículo jurídico por el que se cobra, pues es incorrecto", aseguró el primer teníente de alcalde.

Vehículos

En principio, parece que mantendrán su precio tasas como la de incendios o matadero al igual que los de la Operación de Regulación de Aparcamiento (ORA), casas de baño y piscinas. La tasa por retirada de vehículos mediante grúas municipales puede incrementarse sensiblemente, pues se intenta acercar la tasa que se paga al coste real del servicio.

La tasa de recogida de basuras, cobrada únicamente a comerciantes y profesionales, mantendrá sus actuales tarifas aunque se eliminará para centros sociales, residencias de tercera edad y pequeños artesanos y profesionales liberales. Asimismo, se negocia que la Funeraria deje de cobrar la conservación de cementerios, cuya creación contó desde un principio con la oposición del Partido Popular.