Duro enfrentamiento en el COI por las sanciones del "doping"

JUAN-JOSÉ FERNÁNDEZ ENVIADO ESPECIAL El doping, uno de los grandes problemas del deporte mundial, supuso, de forma un tanto imprevista, un duro enfrentamiento entre los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) al término de su 95ª sesión, en San Juan de Puerto Rico. Mientras algunos quieren imponer las sanciones más duras, incluso a perpetuidad, el príncipe De Merode, el presidente de la comisión médica, se mantuvo tajante en las disposiciones actuales al argumentar que no se puede sancionar tan drásticamente a un atleta que haya dado positivo en un primer control; sólo en caso de reincidencia.

Por el momento, la suspensión de un deportista dopado seguirá siendo por dos años, pero la discusión, según admitió Juan Antonio Samaranch, el presidente del COI, continúa abierta. 'Trataremos de aumentar las sanciones", dijo, "pero también a las personas que rodean a los atletas y que ahora se escapan".

La norteamericana Anita de Frantz, una de las seis mujeres miembros del COI, había lanzado el primer día la propuesta de la suspensión a perpetuidad. El caso Johnson sigue coleando, pues muchos atletas y directivos no admiten de buen grado su vuelta tras la sanción de dos años. Creen que es poco para el daño que ha hecho a la credibilidad del deporte a pesar de que la asamblea general de la Federación Internacional de Atletismo en Barcelona los próximos días 5 y 6, no adoptará ningún castigo retroactivo contra el canadiense con lo que mantendrá su récord del mundo, conseguido en Roma en 1987, cuando ha reconocido que tomaba anabolizantes.

Samaranch admitió que la lucha contra el doping llevará a aumentar las sanciones, incluidas las personas que están detrás de los atletas y que son, en su opinión, los más culpables. De todas formas, señaló: "La decisión no se tomará, quizá, hasta 1990, en Tokio". Por ahora, la medida ha sido poner en marcha el laboratorio volante de dos millones de dólares (240 millones de pesetas) para efectuar análisis por sorpresa y que el COI espera tenga las mayores facilidades por parte de los distintos países. Para Samaranch también quedan otras lagunas por resolver, como llegar a una definición exacta de la barrera de lo que es medicina y lo que es doping. Otro paso importante es conseguir la unificación de criterios en los productos prohibidos y en las sanciones de las federaciones internacionales.

Samaranch, con su diplomacia habitual, volvió a comparar al COI con una orquesta sinfónica en la que todos los profesores son solistas y mostró su satisfacción por dirigirla sin batuta. Dijo también que la princesa Ana había sido muy útil: "Conoce el deporte y, como presidenta de la Federacíón Ecuestre Internacional (FEI), su presencia es importante".

La peste equina

Precisamente, sobre la peste equina que puede afectar a Barcelona 92, declaró: "La FEI tiene algo que decir, como las orgariízaciones sanitarias internacionales. Pero, si se decidiera que los caballos no pueden exportarse ni importarse, lo que no deseo ni espero, el COI decidiría la sede".