Samaranch: "Maragal no me ha tranquilizado"

ENVIADO ESPECIAL El Comité Organizador Olímpico Barcelona 92 (COOB) volvió a recibir ante la 951 sesión del Comité Olímpico Internacional (COI), como el día anterior ante la comisión ejecutiva, la misma serie de preguntas y preocupaciones de los miembros del máximo organismo olímpico por el estado de las obras de infraestructura. El alcalde Pasqual Maragall, su presidente, trató nuevamente de tranquilizarlos y se refirió a las alternativas a los dos peores problemas, el cierre del cinturón con la pata sur y el metro de Montjuïc. Juan Antonio Samaranch, pese a la alegría por su reelección, fue explícito: "A mí, Maragall no me ha tranquilizado. El tampoco lo estaba".

El presidente del COI añadió: "Están trabajando con muy buena voluntad y tienen un margen de confianza por parte del COI.

Creo que harán honor al mismo con unos grandes Juegos. Pero deben hacer aún muchas cosas, muchísimas. Y rápidamente".

El sueco Gunnar Ericsson, el finlandés Peter Tallberg, el francés conde de Beaumont, el filipino Francisco Elizalde, el noruego Jan Staubo y el argelino Mohamed Zerguini, entre los 85 miembros presentes en la sesión, preguntaron especialmente por los problemas de infraestructura, circulación y alojamientos. Maragall, pese al cólico nefrítico sufrido el día anterior (que le obligará a adelantar a hoy su regreso a Barcelona), mantuvo el tipo durante la hora del informe.

El presidente del máximo organismo olímpico también vivió su momento de satisfacción por la reelección e incluso lo comparó con su primera elección en 1980: "La diferencia es abismal. En Moscú tuve una gran alegría, pero a las pocas horas entré en una depresión y mi única obsesión era tratar de desligarme del compromiso y marcharme a casa tranquilo porque estaba seguro de que no podía con el cargo. Pasados estos nueve años, las cosas han ido bastante bien y la reelección ha sido fácil". Samaranch, al igual que Maragall, se entrevistó ayer con la princesa Ana de Inglaterra, miembro del COI y además presidenta de la Federación Ecuestre Internacional (FEI). En ambas conversaciones se intentó calmar lo más posible el otro gran problema de Barcelona, la amenaza de sus pruebas de hípica a causa de la peste equina. Samaranch sigue opinando que la situación es muy grave.

La sesión, dado el éxito que tuvo el tenis en Seúl, también decidió admitirlo oficialmente en el programa de 1992, pero con la importante condición de que la Federación Internacional (FIT) suspenda a Suráfrica de todas sus competiciones. El COI decidió igualmente que los atletas que participen en Suráfrica no podrán inscribirse en los Juegos Olímpicos.

Por otro lado, el comité organizador de los Juegos de Seúl (SLOOC) escuchó una vez más ante el COI que hizo los mejores Juegos de la historia, pero también que sólo le pagará 240 millones de pesetas.

Mientras, el Gobierno español considera "un precedente poco aconsejable" que la sociedad Autopistas Concesionaria Española, SA (ACESA), financie la pata sur (tramo Diagonal-El Prat) del II Cinturón de Barcelona, señalaron fuentes de la Administración del Estado. El pasado martes, en Puerto Rico, Maragall insistió en que la solución ACESA es la última alternativa para que la pata sur esté construida en 1992.