"Más peligroso resulta un aliado torpe"

Para Rafael de la Cruz, "un aliado torpe es muchísimo más peligroso que un enemigo inteligente"; por eso, "es muy importante poner cuidado en elegir colaboradores inteligentes". El secretario de Estado para la Defensa es uno de los más directos colaboradores del ministro Narcís Serra y sólo por casualidad, según dice, ambos son economistas y catalanes. También es catalán su anterior jefe, el responsable de Hacienda, José Borrell, a cuyas órdenes trabajó en la Dirección General de Presupuestos, pero todo ello cabe atribuirlo al azar, pues que, asegura, "no hay ningún lobby catalán". ¿Cómo va a haberlo, si Rafael de la Cruz lleva casi 15 años en la capital y sus dos hijos son madrileños? Aunque no se diría, oyéndole hablar. Será porque pasa la mayor parte del tiempo encerrado en su despacho y los fines de semana escapa de Madrid.

A veces, leyendo los periódicos, le dan ganas "de aportar los datos que faltan para llegar a una información veraz", pero se lo impiden otras tareas y el carácter clasificado de muchos de esos datos. No cree, sin embargo, que en Defensa haya obsesión por los secretos: "Tener elementos clasificados es normal en temas de defensa y seguridad en un país democrático", explica.

Lo difícil es compatibilizar la obligada reserva con la conciencia de que "manejamos el dinero de los españoles y hay que explicar lo que hacemos con él". Precisamente, para poner orden en el presupuesto y en la atomizada, salvo excepciones, industria militar española, lo llamó Narcís Serra.

Alguno de los proyectos que lleva entre manos, como el del Avión de Combate Europeo (EFA), provocaron críticas en el sector. "Pero ya han amainado, porque el EFA goza de buena salud y nuestra cuota de participación del 13% está garantizada" y, también, porque la alternativa "es importar y negociar compensaciones, como hicimos con el F-18".

Sólo ante una pregunta busca pretextos (le falta tabaco), para ganar tiempo: la polémica sobre si es mejor que haya uno o varios servicios secretos. "Lo importante", dice por fin, "es que un servicio de información aporte datos qué contribuyan a tomar decisiones. Cada país se organiza como quiere y a nosotros nos va perfectamente así".