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FERIA DE BILBAO

El sobrero parecía toreado

El sexto de Miura era tan tan derrengado como algunos de sus hermanos, pero el presidente lo devolvió al corral. La vacante fue cubierta por un torito de La Fresneda. Un barrabás era. Al instante Manili y Tomás Campuzano se percataron del peligro latente para Emilio Oliva. En gesto que les honra salieron al ruedo y le echaron un capote, mientras el que se echaba los capotes al lomo era el torito de La Fresneda, chico y cornidelantero... ¡pero como era el animalito!.Este torito fue más peligroso que los torazos de Miura. Estos blandengues, aquél con resuello, capaz de poner en dificultades constantes a los hombres de a pie porque los del caballo tuvieron que perseguirle hasta seis veces con más aires de lanceros que de picadores. Unos se habían tirado de cabeza al callejón, otros corrían despavoridos, el público abroncaba al presidente.

Miura / Manili, Campuzano, Oliva

Cinco toros de Eduardo Miura, grandes y cornalones, flojos y deslucidos; sexto, sobrero de La Fresneda, con sentido. Manili: dos pinchazos y estocada trasera (silencio); pinchazo, estocada trasera y tres descabellos (silencio). Tomás Campuzano estocada y descabello; aviso (ovación); tres pinchazos y tres descabellos (aplausos). Emilio Oliva: siete pinchazos, estocada caída y cinco descabellos; aviso (silencio) estocada caída y dos descabellos (aplausos). Plaza de Bilbao, 27 de agosto. Última corrida de feria.

Quedó claro que el presidente está falto de un viaje turístico por las calendas de Castilla, allí hubiese aprendido lo que es un toro toreado, las dificultades que tiene y cómo lo sortean esforzados aspirantes a la gloria. La feria se cerró con gran bronca al presidente, con el ruedo plagado de almohadillas en un manifiesto claro de descontento general.

La corrida de Miura no dio juego. Aunque bien presentados y en el tipo de la casa, inválidos y deslucidos. Se vio que Manili no está para muchas guerras. Manili se va a casar y quiere llegar vivo a la boda. La amorfa embestida de su primero condicionó una tarea sin concordancia con un toro distraído que no hacía mucho caso de Manili. El de Cantillana puso más atención con su segundo, cornalón y galgueño, con cierto sentido pero que se rajó, ante el que se mantuvo discreto.

Campuzano se entregó valerosamente y enjaretó muletazos que se aplaudieron con fuerza Ya se sabe que Bilbao le lanzó el año pasado en esta feria y en esta corrida. Y como se ha visto tan poco toreo, el público, agradecido, consideró su entrega.

Como voluntarioso pero muy gris pasó Oliva por la plaza de Bilbao. Un tanto mecánico en su primero y obligadamente breve con el barrabás de La Fresneda.

Premio desierto

El trofeo Club Taurino Cocherito al toro más bravo de la feria de Bilbao fue declarado desierto. El jurado calificador estaba compuesto por el miembro del club Patxuko Abrisketa y los críticos taurinos Paco Apaolaza, Ignacio Álvarez Vara Barquerito, José Luis Suárez Guanes y Joaquín Vidal.Por otra parte, Roberto Domínguez obtuvo el trofeo Hotel Ercilla al triunfador de la feria.

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