El Vaticano prepara la visita del Papa a Líbano

El Vaticano acelera los preparativos para el viaje de Juan Pablo II a Líbano, que por razones de seguridad durará sólo tres horas. A tal efecto, se multiplican en el Vaticano los contactos diplomáticos para preparar una visita de carácter pastoral, que con mucha probabilidad se realizará a primeros de septiembre.La noticia ha sido confirmada por el portavoz del Papa, Joaquín Navarro Vals, quien ha confirmado que Juan Pablo II ha decidido ir lo antes posible a Beirut. "Estamos trabajando en esa dirección a varios niveles", declaró el portavoz, que confidencialmente ha alertado a algunos periodistas, a los que ha afirmado que el viaje del Papa puede producirse cualquier día a partir del 3 de septiembre.

Al parecer, el viaje tendrá una duración de sólo tres horas y tendrá un carácter estrictamente pastoral, aunque es difícil que un viaje del jefe de la Iglesia católica a Líbano deje de tener gran impacto político en este momento.

El Vaticano prefiere que el viaje se realice en el día para evitar la complicación, por problemas de seguridad, de hacer dormir al Papa en Beirut.

Lógicamente, la diplomacia vaticana quiere tener la seguridad, antes de que el Papa se suba al avión para ir hacia Beirut, de que callen las armas de todos los contendientes. Hay quien añade que, además, deberá existir una cierta seguridad de que inmediatamente después de dicho viaje se abrirá camino, sin que se reanuden los combates, una acción diplomática internacional que permita una negociación global.

No obstante, quien conoce de cerca al Papa subraya que para el Pontífice, en este momento y tras haberse comprometido ante la opinión pública, lo importante es ir, "pase lo que pase".

Por el momento, ha llegado al Papa un espaldarazo desde Moscú para la realizacion de su viaje. El propio líder soviético, Mijail Gorbachov, ha enviado una carta a Juan Pablo II, que le fue entregada el jueves en Castelgandolfo por Yuri Karlov, un enviado del ministro de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze. En ella, el líder soviético manifiesta su deseo de "desarrollar nuevos contactos con el Vaticano". La carta es en realidad una respuesta al mensaje que Juan Pablo II había enviado hace 14 meses, a través del secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, a Gorbachov.

Si bien en la carta no se habla de Líbano, este problema ha sido abordado por el Papa y el mensajero del Krenilin, que ha confiado a Juan Pablo II que ha llegado el momento "de hacer posible la paz" en aquel martirizado país de Oriente Próximo.

Sobre la posibilidad de que Juan Pablo II realice cuanto antes su deseado viaje a Líbano -que el Pontífice ha calificado como "un imperativo interior" de su conciencia"- hablaron también el Papa y el presidente del Gobierno español, Felipe González, en el aeropuerto de Oviedo el lunes pasado, al finalizar la visita papal a España.

El tema fue evocado anteriormente en Madrid por Felipe González ante el presidente francés, Frangois Mitterrand. Que el presidente del Gobierno español iba a hablar primero con Mitterrand y después con el Papa sobre el viaje papal lo había confirmado a EL PAÍS el embajador español ante la Santa Sede, Jesús Ezquerra

[El viceministro soviético de Asuntos Exteriores soviético, Guenadi Tarasov, que ayer finalizó su visita a Beirut, declaró tras entrevistarse con los líderes libaneses enfrentados que "los combates no pueden resolver el conflicto; ha llegado el momento de dar una oportunidad a la paz", informa la agencia Reuter. El jefe del Gobierno, de mayoría musulmana, pidió a Francia, en declaraciones a la agencia France Presse, que "anule" la misión de su flota en la zona. Por otro lado, inició ayer sus trabajos en Beirut la delegación de la CE que estudiará las necesidades humanitarias que debe cubrir la ayuda comunitaria europea.]