Crispación en el funeral por Joaquín Rigal

En un ambiente muy tenso y crispado se ofició ayer por la mañana en Alicante el funeral por Joaquín Rigal Martínez, de 54 años de edad, padre del joven que conducía el vehículo que causó la terrible explosión en el Pryca de San Juan (Alicante) el pasado sábado. Por otra parte, Bartolomé Merino, delegado sindical en Pirotecnia Levantina, para la que trabajaba Rigal, señaló ayer que eran frecuentes los transportes de grandes cantidades de explosivos.

Durante la homilía, el párroco del barrio de San Blas acusó a los periodistas por "desconsiderados y deshumanizados" y por "no respetar el dolor de la familia". Momentos antes de sacar el féretro una mujer de la familia dirigió, entre gritos, graves insultos a los informadores, corroborados por buena parte de los asistentes al sepelio.El suicidio de Joaquín Rigal influirá decisivamente en las investigaciones que se están practicando. En opinión del fiscal que lleva el caso, Felipe Briones, para el esclarecimiento de los hechos era clave conocer la cantidad exacta de material explosivo que se transportaba en el momento del accidente, dato que debía conocer el fallecido.

Joaquín Rigal trabajaba a comisión para varias empresas pirotécnicas de Alicante, distribuyendo el material por los pueblos en fiestas de la provincia. Esta circunstancia fue ayer corroborada por Bartolomé Merino, delegado sindical de CC OO en Pirotecnia Levantina, que prestó ayer declaración ante la Guardia Civil de Alicante.

Merino declaró ayer que al menos en los últimos cuatro años, Rigal compraba a Pirotecnia Levantina importantes cantidades de productos pirotécnicos que los mismos trabajadores ayudaban a cargar en el vehículo Peugeot 505 que causó la explosión en San Juan. "A veces eran pequeños lotes de veinte o treinta kilos pero en otras ocasiones podían haber llegado a los 200 o 300 kilos de pólvora", declaró Merino.

Tanto el fiscal como el juez del caso, Andrés Vélez, esperan el informe de la Guardia Civil para comenzar a actuar. Ambos destacaron la importancia de establecer los responsables penales y civiles que deberán indemnizar a todas las personas afectadas por el accidente. Las investigaciones continúan centradas en determinar la cantidad exacta de explosivos que se transportaban y en su procedencia. Ninguna empresa pirotécnica de Alicante está fuera de sospecha ya que todavía no se ha determinado la procedencia del explosivo.

Por otra parte, continúan en estado estacionario los tres heridos más graves que se encuentran hospitalizados con quemaduras importantes.