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Randi Freeman,

una mujer de 27 años, ha denunciado a la compañía aérea estadounidense US Air por obligarles a ella y a su marido a abandonar un avión. Ella asegura que la compañía vendió más billetes que asientos disponibles. Larry Pieket, portavoz de US Air da otra razón: "Algunos pasajeros se quejaron de que la pareja olía mal. Tras comprobarlo nosotros, les hicimos bajar del avión, les dimos jabón para que se lavaran y, una vez limpios, les permitimos embarcar en el siguiente vuelo".

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