Vuelta a la rutina
La fluidez de esta sesión ha confirmado que los mercados de valores pueden funcionar sin demasiados problemas con una inflación del 7% anual. La única duda está ahora en la capacidad de los compradores para aprovechar las circunstancias y utilizar esta interpretación de la coyuntura como un trampolín para mejorar las cotizaciones. En esta jornada fue el papel el que tomó la iniciativa, aunque enseguida quedó bastante claro que la intención era la de vender al mejor precio posible. Esta inesperada. presencia de género en los puestos animó a los compradores, que pudieron elegir entre un amplio abanico de opciones y desató una mínima competitividad, explicación última de la subida de las cotizaciones. El nivel del negocio mejoró ligeramente el delos días anteriores, pero sin separarse demasiado de esa zona de los 7.000 millones de pesetas efectivas que parecen señalar el límite entre la ausencia y presencia de expectativas concretas.El sector bancario también aprovechó esta sesión para tratar de mejorar sus cotizaciones, aunque en este grupo los saldos de la caja estuvieron muy ajustados, indicando así la ausencia de expectativas claras para compradores y vendedores. El negocio apenas varió respecto a las sesiones anteriores, pero los precios se orientaron al alza con cierta facilidad entre los valores de primera fila, ya que el resto volvió a acusar el esfuerzo alcista realizado con anterioridad.
La principal preocupación de las bolsas sigue estando en la necesidad de liquidez de los mercados monetarios.
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