GENTE
Errol Morris,
director de la película La delgada línea azul, por la cual se salvó de la silla eléctrica Randall D. Adams, ha visto cómo éste le ha presentado una denuncia en un juzgado de Houston, Tejas, por la que le reclama el dinero que le reporte la comercialización del filme y cualquier libro que se escriba sobre su vida.
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