Hun Sen: "Quiero comicios en tres meses
El primer ministro camboyano dice que no tiene intención de conservar su puesto
Hun Sen, de 37 años, es una de las figuras emergentes en esta etapa de esperanza sobre la consecución de la paz en Camboya, pero en una entrevista con EL PAÍS afirma que no tiene intención de mantener el puesto y prefiere dejarlo a la elección del pueblo. "Una vez finalizada la retirada de las tropas vitnamitas, no queremos que el proceso se prolongue porque puede haber violaciones a lo acordado y producirse una inestabilidad que dañe la reconciliación. Deseamos que las elecciones se celebren a los tres meses".
La biograria de Hun Sen es casi una foto de la historia reciente de Camboya. De origen campesino estudió en la universidad de Phnom Penh, donde inició su lucha contra las tropas norteamericanas que desde, 1970 sostenían el régimen de Lon Nol. En 1975 los jemeres rojos se hicieron con el poder y Hun Sen se unió a su filas, pero tres años más tarde cuando ya no pudo aguantar más, se sumó a los miles de camboyanos que escaparon a Vietnam huyendo del horror del régimen. En el primer Gobierno de Heng Samrin, formado tras la entrada del grueso del ejército de Vietnam, Hun Sen reaparece sorpresivamente como ministro de Asuntos Exteriores. Jefe de Gobierno desde 1987, asiste esta semana en París, invitado por el Gobierno francés, a la conferencia internacional para la paz en Camboya.
Pregunta. ¿Está seguro de ganar las elecciones?
Respuesta. Partimos de cero y hace 10 años que existimos. No lo habríamos logrado sin el apoyo popular. Dicen que nos mantenemos por las tropas vietnamitas, pero hay que recordar que el Gobierno de Lon Nol se hundió por la presencia de las tropas norteamericanas. Veremos qué dice el pueblo.
P.El escaño de Camboya en la Naciones Unidas sigue ocupado por el Gobierno de la resistencia que encabeza Norodom Sihanuk. Usted siempre ha criticado esta decisión de la ONU. ¿Por qué ahora acepta que inspeccione su país una delegación de este organismo?
R. Yo no pido sentarme en las Naciones Unidas, pero sí pido que se deje vacante el escaño para que la ONU pueda jugar el papel que le corresponde. La delegación no tiene nada que ver con este problema, por ello he dado órdenes para que se le facilite su trabajo al máximo.
P. ¿Cree que China ha cambiado fundamentalmente su postura de apoyo a los jemeres rojos?
R. En la cena que tuve con Sihanuk el pasado día 24 de julio me dijo que antes de salir de Pekín se había entrevistado con el primer ministro Li Peng, quien le advirtió contra cualquier intento, tanto de él como de los jemeres rojos, de derrocar el Gobierno de Phnom Penh. Li Peng les aconsejó la formación de un Gabinete con las cuatro fuerzas camboyanas para evitar la vuelta de los vietnamitas. Yo, personalmente, considero que China sigue apoyando a los jemeres rojos.
P. ¿Acepta un Gobierno de coalición con los tres grupos de la resistencia?
R. No me opongo a un Gobierno de coalición siempre y cuando no sea antes de las elecciones. Es el pueblo quien tiene que elegir el Gobierno que quiere.
P. ¿Cree que será posible firmar el acuerdo el próximo día 28, tal y como está previsto?
R. Sí, creo que sí, pero eso no depende únicamente de nuestro deseo. Si el comienzo ha sido difícil, el final lo será aún más. Estamos en una carrera contra reloj y todavía hay muchas cuestiones que resolver, especialmente qué pasará con la guerrilla de los jemeres rojos, los mecanismos de control y las garantías internacionales. Si no se llega a resolverlas todas, habrá que saber al menos el método para conseguirlo.
P. Una de las comisiones se encarga de la vuelta de los 300.000 refugiados camboyanos en Tailandia y de la reconstrucción nacional. ¿Cuáles son sus prioridades en este aspecto?
R. La agricultura y la producción alimentaria. Nos hace falta llegar a dos toneladas de arroz por hectárea para ser autosuficientes e incluso exportar, pero hasta ahora sólo llegamos a 1,2.
P. ¿Tiene preferencia porque algún país en concreto colabore en la recontrucción?
R. No. Damos la bienvenida a todos aquellos que quieran cooperar con Camboya. Da lo mismo que sea la URSS, Tailandia o Japón, país este último que cuenta con numerosos medios si quiere dedicarse a la reconstrucción del mío.
P. ¿Ha tenido algún contacto con James Baker o algún otro miembro de la delegación norteamericana durante la conferencia?
R. No, ninguno, pero he visto con satisfacción que la posición de Estados Unidos es muy similar a la de mi Gobierno. La diferencia está en cómo llevar a cabo la autodeterminación del pueblo camboyano.
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